Para uno de los funcionarios de la Cancillería de Rusia, Grigori Mashkov, la carrera armamentista, incluido el ámbito de los misiles, se está volviendo incontrolable, y por consecuencia peligrosa.
Mashkov comentó al diario ruso The International Affairs que "somos testigos de una carrera armamentista en el ámbito de los misiles con consecuencias difíciles de prever. Este proceso se está volviendo incontrolable".
Sostiene Mashkov que, en el ámbito estratégico, se está reajustando gradualmente el potencial de los misiles balísticos intercontinentales.
Señala que "China sigue intensificando su potencial de misiles. Recientemente, Corea del Norte se ha convertido en propietario de los ICBM. (...) Israel, la India y Pakistán no rechazan la idea de crear misiles con un alcance superior a los 5 mil 500 kilómetros".
Por supuesto, el funcionario de la cancillería rusa justificó que su país haga lo mismo, y dijo que la necesidad de incrementar el arsenal de misiles tácticos es evidente.
"Es obvia la necesidad de que Rusia desarrolle sus capacidades de misiles tácticos, siga mejorando la eficacia de su uso y almacene misiles con antelación para responder eficazmente a cualquier amenaza a la seguridad nacional, incluyendo en Kaliningrado, donde la Alianza Atlántica planea tener en la mira el territorio ruso con lanzacohetes múltiples estadounidenses".
Añadió que Rusia debe analizar si la actual línea de no despliegue de misiles balísticos de alcance mediano y largo en dirección oeste está justificada o si hay que prepararse para responder en el caso del deterioro de la situación.
En otras palabras, el mundo es un sitio cada vez más peligroso para vivir, y no hay a dónde ir. Parte de ello habrá que agradecerselo a Rusia y a la OTAN
