El aparente incremento en la actividad del volcán Popocatépetl desde la tarde del viernes hasta la madrugada del sábado, derivó en problemas de operación de los aeropuertos cercanos, y en especial del Benito Juárez de la Ciudad de México por el flujo diario de pasajeros que maneja.
La afectación se dió en menor medida en la terminal aérea Felipe Ángeles, debidoc al bajo número de operaciones, ante la cantidad de ceniza que expulsó el coloso
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil la actividad del volcán comenzó al filo de las 6 de la tarde del viernes 19 de mayo, al registrarse un pulso eruptivo previo a la salida de vapor de agua, gas y ceniza "en cantidades moderadas".
Don Goyo lanzó fragmentos incandescentes hacia su ladera aproximadamente a 1,5 kilómetros, hasta las 4 de la mañana del sábado 20 de mayo
Gran cantidad de ceniza cayó en las alcaldías capitalinas de Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Tlalpan e Iztapalapa, así como en los municipios mexiquennses de Amecameca, Ayapango, Ozumba, Ecatzingo, Atlautla, Chalco, Temamatla, Tenango del Aire, Tlalmanalco, Juchitepec, Cocotitlán y Tepextlixpa
Lo que se vivió en el aeropuerto Benito Juárez, en donde la cantidad de vuelos cancelados, suspendidos o retrasados hasta que fuesen seguras las operaciones de despegue y aterrizaje, fue un caos.
Pasillos llenos, pasajeros que no pudieron tomar sus vuelos, falta de capacidad de personal de las aerolineas para enfrentar la situación, y en no pocos casos, absoluta falta de información por parte de las autoridades de la terminal aérea ante la molestia y desesperación de los usuarios.
Según Protección Civil, la actividad del Popocatépetl se asocia a la formación de un domo de lava y "no rebasa los niveles de episodios intensos observados en años anteriores", por lo que la alerta permanece en nivel amarillo fase 2.
Las actividades tardaron horas en regularizarse pese a que fueron reanudadas a las 10 de la mañana.
