¿Te has preguntado alguna vez por qué se sirve la sopa al principio de la comida?

Una sopa es una preparación culinaria que consiste en un líquido caliente con sustancias, aunque en la mayoría de los casos posee ingredientes sólidos de pequeño tamaño sumergidos en el recipiente en el que se coloque; una de sus características principales es que se ingiere con cuchara; este alimento suele proceder de una preparación culinaria con evaporación, como es el cocido, o mediante retención de vapores como el estofado; tradicionalmente se puede espesar añadiendo al final de la cocción pan o cereales como arroz, fideos o pasta menuda.

Es muy posible que las primeras preparaciones culinarias de la humanidad fueran remojadas en agua con ingredientes culinarios molidos, las sopas de pan fueron muy probablemente un alimento básico de las diversas culturas culinarias mediterráneas y europeas en general. La palabra sopa, al igual que sus cognados sop y soup en inglés, soupe en francés y zuppa en italiano, procede del germánico occidental suppa que se refería a una rebanada de pan sobre la que se vertía un caldo. Después fue latinizado como suppa, alrededor del año 500 d. C., pero conservando su sentido original.

En la Europa medieval, el único alimento de los campesinos consistía en sopa y pan, muchos hogares tenían un cazo donde cocinaban alimento y durante meses eran capaces de comer la misma sopa o asado. En aquellos días, la comida se hervía o asaba en una fogata o en un horno de ladrillo, hasta que la estufa de hierro hizo su aparición hasta la década de 1860.

En un banquete de la época, las sopas consistían en grandes platos de carne o pescado hervidos con verduras en los que los comensales hundían sus cucharas por turno, se preparaba gran variedad de platillos al mismo tiempo y los invitados enviaban a sus sirvientes a conseguir la comida; para el siglo XVIII los alimentos se servían en tres etapas: se presentaban sopas de pescado y otros platillos ligeros antes del principal, el cual consistía en pollo y grandes cortes de carne.

La sopa era asociada también con la comida militar en el campo e incluso durante las campañas de Napoleón se puso de moda servirla en la cena.

Durante el siglo XIX, el servicio de mesa a la antigua cedió paso al “servicio ruso”, en la cual los camareros tomaban en orden los platos del aparador y los presentaban a los comensales. Como resultado se comían menos platillos en una ronda pero había más rondas en total, pero desde ahí se consideró que la sopa era indispensable como primer platillo porque reconfortaba rápidamente a los comensales que estaban a punto de irse.

Siguiendo el protocolo de etiqueta el orden de servicio de los platos suele ser de menor a mayor, es decir, del sabor más suave al de mayor sabor, por eso se suele servir una crema, sopa o ensalada al inicio, seguido de un plato fuerte.

La sopa se sirve de dos maneras: cuando se sirve en general se pone en una sopera y cuando es a una persona en particular, se coloca en una escudilla o un cazo.

Es preciso tomar la sopa muy despacio, de modo que no se den muestras de que se pasa hambre, para ello es bueno no llenar demasiado la cuchara; cuando la sopa está demasiado caliente en lugar de soplar encima es mejor esperar a que se enfríe un poco.