Una comisión de la ONU que investiga crímenes de guerra en Ucrania, afirma que Rusia sigue cometiendo este tipo de acciones mediante ataques contra civiles, torturas, violencia sexual y de género, y ataques contra infraestructuras energéticas.
Dicha comisión de la ONU que investiga estas acciones desde el inicio de la invasión, sigue recabando pruebas, y durante su presentación ante el Consejo de Derechos Humanos, informó que tiene documentados ataques con armas explosivas contra edificios de apartamentos, un centro médico, una estación de ferrocarril, un restaurante, tiendas y almacenes comerciales.
Según el presidente del grupo investigador, un exjuez supremo de Noruega que presidió el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, en todos los casos hubo víctimas civiles y se dañaron o destruyeron instalaciones de servicios básicos,
Asimismo, investigaciones hechas por la comisión de la ONU en las ciudades de Jersón y Zaporiyia revelan un “uso generalizado y sistemático de la tortura por parte de las fuerzas armadas rusas”, en especial contra personas acusadas de ser informantes de las fuerzas armadas de Ucrania.
Estas ciudades ucranianas forman parte del territorio que pretende anexarse ilegalmente el gobierno de Vladimir Putin utilizando para ello al ejército.
Los investigadores pudieron establecer también que en Jersón se perpetró violencia sexual contra mujeres de edades entre 19 y 83 años.
Mientras tanto, Rusia volvió a atacar la región de Odesa con 19 drones kamikaze y 14 misiles,2 de ellos supersónicos. Las defensas aéreas ucranianas interceptaron todos los drones y 11 de los 12 misiles de crucero lanzados por las fuerzas rusas, pero no pudieron evitar que algunos proyectiles alcanzaran infraestructura portuaria y graneros.
