En la defensa de sus intereses, Estados Unidos se está convirtiendo en un peligro para la paz.
Lo mismo apoyando a Ucrania en su guerra contra Rusia mediante el envío de recursos económicos y bélicos, que respaldando con armas y en Naciones Unidas a Israel en su guerra con los palestinos, y bombardeando la zona de los hutíes rebeldes en Yemen, los norteamericanos participan de una u otra forma en conflictos armados.
Está vez, el presidente Joe Biden ordenó llevar a cabo bombardeos en territorio de Irak, como represalia por la muerte de 3 de sus soldados en Jordania.
Luego del ataque, las Fuerzas Armadas de Irak condenaron los bombardeos y advirtieron que esta acción tendrá "consecuencias imprevistas" y "repercusiones desastrosas" en Oriente Medio.
En un comunicado, el vocero de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahya Rasul, dijo que "estos ataques se consideran una violación a la soberanía iraquí, socavan los esfuerzos del Gobierno y representan una amenaza que arrastrará a Irak y a la región a consecuencias imprevistas, cuyas repercusiones serán desastrosas" .
Por su parte, acostumbrado a proceder de esta manera, Estados Unidos asegura que informó al gobierno iraquí antes de llevar a cabo los ataques aéreos el viernes contra objetivos vinculados a Irán, dijo la Casa Blanca.
Irak ha condenado la acción como una violación de su soberanía.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, aseguró que Estados Unidos no busca una guerra con Irán, y reiteró que le informarob al gobierno iraquí con antelación, precisando que "no estamos en busca de una guerra con Irán".
El vocero militar iraquí puntualizó que la localidad de Al Qaim y otras zona en la frontera con Siria, fueron objeto de ataques por parte de aviones de combate de Estados Unidos, y lamentó que se produjeran "en un momento en el que Irak se esfuerza por garantizar la estabilidad en la región".
En Washington un portavoz de la Casa Blanca calificó de "éxito" los ataques del viernes en Irak y Siria contra milicias proiraníes y dijo que los aviones estadounidenses implicados en la operación, apuntaron a 85 objetivos en 7 lugares, 3 en Irak y 4 en Siria.
Según el gobierno y el ejército norteamericanos, se dispararon "más de 125 municiones de precisión en aproximadamente 20 minutos.
La milicia Kataib Hizbulá, el grupo al que Estados Unidos apunta como responsable de la muerte de sus soldados, es parte de un grupo de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak, que desde el estallido de la guerra en Gaza ha reivindicado más de 150 ataques contra posiciones estadounidenses en Irak y en Siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que los bombardeos provocaron la muerte de 18 milicianos y destruyeron posiciones de los grupos armados apoyados por Teherán en la provincia oriental siria de Deir Ezzor.
Foto ilustrativa
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