Un infarto habria sido la causa de la muerte el 29 de diciembre del piloto de carreras Gil de Ferran, quien ganara en alguna ocasion las 500 Millas de Indianápolis y fijara el récord de velocidad en pista cerrada.
El brasileño pereció cuando mientras competía con su hijo en The Concourse Club en Florida, a la edad de 56 años.
El deceso fue confirmado por otro piloto amazónico, Tony Kanaan, quien refirió a la agencia AP que de Ferrán estaba con su hijo Luke en una pista privada en O-Locka, Florida.
Súbitamente, Gil detuvo su auto asegurando que no se sentía bien, y por lo que expresó Kanaan, su compatriota habria sufrido un infarto cardíaco del que no pudo recuperarse.
Kanaan se dijo “devastado” por la pérdida de un piloto como de Ferrán, considerado un ícono del automovilismo en su país.
De Ferran, nacido en Francia, había sido contratado en mayo como consultor de McLaren.
Ganó los títulos de la serie Champ Car, corriendo por el equipo Penske en 2000 y 2001, y entre sus victorias destacó sin duda el título de las 500 Millas de Indianápolis de 2003 a bordo de Penske.
Más aún, De Ferran impuso el récord de velocidad sobre pista cerrada en el año 2000, sobre la pista del California Speedway, durante una clasificación de la serie CART, con una vuelta a 388,54 kilómetros por hora, record aún vigente.
De Ferran comenzó su carrera dentro del automovilismo en los karts, antes de embarcarse a Europa para abrirse paso en la profesión.
Ganó la corona de la Fórmula 3 en 1992 superando a pilotos como Rubens Barrichello y David Coulthard en 199, e inspirado para dedicarse al automovilismo por otro brasileño, Emerson Fittipaldi, de Ferrán ganó 7 carreras de CART y 5 de IndyCar.
“Era uno de mis mejores amigos. Crecimos juntos y en fechas recientes colaboramos en McLaren”, agregó Kanaan.
