En un desesperado llamado de ayuda a Washington para que le auxilie ante la oleada migratoria, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, advierte que la inmigración masiva hacia la urbe de hierro en el último año “va a destruir Nueva York”.
El mensaje del alcalde ha levantado ámpula por lo dramático frente al inusitado oleaje de indocumentados.
Adams expresó durante una reunión del Ayuntamiento que "nunca en mi vida he tenido un problema al que no le viera un final, y no veo un final para esto. Este asunto va a destruir Nueva York”.
El funcionario lanza este preocupante mensaje, el más duro desde que decretó en 2022 un estado de emergencia por la llegada de miles de inmigrantes. De hecho, Nueva York está recibiendo hasta 10 mil inmigrantes mensualmente.
Más aún, reiteró que "gente de todo el mundo está decidida a pasar por la parte sur de la frontera y entrar a la ciudad de Nueva York”, por lo que si se mantiene está situación, la ciudad enfrentará para el próximo año un déficit de 12 mi l millones de dólares que obligará a reducir servicios a las comunidades de los 5 condados.
El desbordado flujo de inmigrantes comenzó con venezolanos y ahora incluye a gente de África Occidental, estimándose que han llegado 110 mil inmigrantes de los que 60 mil están bajo cuidado de la ciudad, incluyendo más de 20 mil niños.
La ciudad tiene la obligación, por orden de un tribual de hace 40 años, de proveerles albergue, comida y otra asistencia, así como educación para los niños, situación que según Adams les llevará al déficit fiscal sin que haya recibido la ayuda económica que tanto él como la gobernadora Kathy Hochul han reclamado al gobierno federal.
