Este lunes da inicio para los musulmanes el Ramadán, y las tensiones en Israel se incrementaron todavía más, luego de que la Policía israelí impidió a un número importante de creyentes palestinos entrar en la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén para las oraciones del tarawih. Las fuerzas de seguridad judías agredieron a decenas de personas que iban acompañadas de sus familias cuando intentaban acceder a dicho sitio.
Muchos musulmanes debieron rezar en los callejones aledaños a Al-Aqsa, así como fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, y según el responsable de la policía, Kobi Shabtai, lo que se buscaba era limitar la asistencia "en la fase inicial" del ramadán, asegurando que los musulmanes más jóvenes, son los principales "agitadores" y se les debe prohibir el acceso a la mezquita.
Solo en Ramadán, Israel suele otorgar miles de permisos especiales a los palestinos, tanto de los territorios que mantiene ocupados de Cisjordania como de la Franja de Gaza, a fin de permitirles acudir a Al Aqsa a rezar
Un número considerable de personas arribaron desde la noche del domingo a la entrada del recinto, para rezar y fueron golpeados con macanas por los policías, para hacerlos retroceder por un pasillo estrecho, de acuerdo con medios como el diario israelí Haaretz. Unas cuantas personas pudieron ingresar a la mezquita acompañados de sus padres o después de que algunos agentes accedieran a no bloquear los accesos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu había dicho que no habría restricciones a la libertad de culto durante el mes sagrado del Ramadán. Y en este asunto tampoco cumplió con lo ofrecido.
El canciller jordano Ayman Safadi, advirtió que las restricciones impuestas por Israel al acceso de los fieles a la mezquita Al Aqsa de Jerusalén durante el mes de ayuno musulmán, están llevando la situación hacia una "explosión".
Safadi indicó su país rechazó la medida anunciada por Israel de limitar el acceso al lugar sagrado durante el Ramadán pretextando necesidades de seguridad debido a la guerra en Gaza. Y advirtió que Jordania se hace eco de la opinión palestina de que las restricciones eran un ataque a la libertad de culto
Mientras tanto, el rey Salmán de Arabia Saudita llamó a la comunidad internacional a poner fin a los "crímenes atroces" en la Franja de Gaza.
En su mensaje con motivo de la fiesta musulmana del Ramadán, y en su calidad de guardián de los 2 sitios más sagrados del islam, Salmán agradeció las "bendiciones concedidas al Reino de Arabia Saudita", y señaló que la guerra en la Franja de Gaza será una sombra sobre el mes sagrado de ayuno y oración.
"Al presenciar la llegada del Ramadán este año, nuestros corazones están apesadumbrados por el dolor de nuestros hermanos palestinos que sufren una agresión sin tregua", afirmó el soberano saudita, y demandó que para la apertura de "corredores humanitarios, la comunidad internacional debe “asumir su responsabilidad de poner fin a estos crímenes atroces y asegurar la apertura de corredores humanitarios y de socorro seguros"..
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