Luego de que hace 10 días asegura el
presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que el jefe del Grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, estaba en suelo bielorruso tras llegar a un acuerdo para frenar su asonada del 25 de junio, ahora resulta que está en Rusia.
El propio Lukashenko señaló este jueves que no está en el país, donde presuntamemte tendría que estar tras el fallido motín contra la cúpula militar de Moscú.
El eterno presidente bielorruso, declaró ante prensa extranjera y local que "en lo que respecta a Prigozhin, está en Píter (San Petersburgo). En territorio bielorruso no está”.
Afirmó además que se firmará un contrato legalmente vinculante con el Grupo Wagner, aunque no se han definido los detalles de su presencia en el país, pues los mercenarios tienen “una visión diferente” de su despliegue.
Lukashenko asegura que su colega ruso, Vladímir Putin, no va a “machacar” a Prigozhin, a pesar de que le llamó “traidor” en un mensaje a la nación el día de la rebelión armada, en tanto que el Kremlin aseguró que no sigue los movimiento del jefe de Wagner, quien tenía que exiliarse en Bielorrusia tras el motín del 24 de junio, pero que actualmente se encuentra en Rusia.
El líder bielorruso aseguró hace unos días que Prigozhin llegó a Bielorrusia gracias a un trato alcanzado entre el Kremlin y el empresario tras la rebelión armada de sus mercenarios rusos y en donde medió Lukashenko.
“Se le proporcionaron garantías de seguridad, como prometió el presidente ruso, Vladímir Putin. (…) Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia”, indicó el pasado 27 de junio.
Lukashenko, afirmó además que hay que negociar con Ucrania la paz y sentarse a la mesa de negociaciones sin precondiciones.
“Hay un paquete de negociaciones sobre la mesa, todo un paquete de temas que se pueden acordar. Mañana será imposible”, dijo el mandatario bielorruso.
Ahora hay que preguntarle si no fue falso ese levantamiento.
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