Lejos de ser un paso vital para el comercio y la prosperidad del mundo, el paso marítimo del mar Rojo se está convirtiendo en un nuevo foco de tensiones. Irán anunció el envío de dos buques de guerra a aguas internacionales en lo que calificó como una misión de entrenamiento.
El comandante de las Fuerzas Navales iraníes, el almirante Shahrami Irani, dijo en la ceremonia de partida de los buques en la ciudad de Bandar Abbás, que “es un orgullo que la estratégica Armada iraní esté activa en aguas internacionales y oceánicas a pesar de los complots de los enemigos”.
Teherán asegura que la misión consiste en “transferir experiencia y entrenamiento naval a los estudiantes de las Fuerzas Navales para que puedan llevar a cabo solemnemente las misiones de la Armada en un futuro cercano”.
La agencia Tasnim, relacionada con la Guardia Revolucionaria de Irán, destaca que los buques en cuestión son el anfibio Tonb, botado en 1979, y el barco de apoyo Bushehr, pero no informó del destino concreto de los buques.
La movilización se produce en medio de cada vez mayores tensiones en el mar Rojo, donde los hutíes del Yemen están atacando navíos mercantes en represalia por la guerra de Israel en Gaza y en apoyo a la causa palestina, acción a la que Estados Unidos y Reino Unido ya respondieron con bombardeos contra Yemen, sin poder frenar aún los ataques en esa ruta marítima muy importante para el comercio mundial.
Irán es aliado de los hutíes, y ya envió un barco de guerra al mar Rojo a principios de este mes de enero. Hace unos días, capturó en el mar de Omán el petrolero “St Nikolas”, con bandera de las Islas Marshall y propiedad de la naviera griega Empire Navigation.
El Comando Central de Estados Unidos confirmó a su vez el ataque con misiles a un barco estadounidense en el golfo de Adén, frente al Yemen, que anteriormente había sido reivindicado por los rebeldes chíies.
