El líder del grupo de mercenarios Wagner lanzó este lunes su primer mensaje luego de la fallida asonada militar contra el régimen de Vladimir Putin el pasado viernes, y asegura que no iba por el poder.
Yevgueni Prigozhin habló por primera ocasión desde el fin de su rebelión armada el sábado por la noche, y sostuvo que su objetivo no era derrocar al gobierno de Putin, sino salvar a su grupo paramilitar.
"El objetivo de la marcha era evitar la desaparición de Wagner (...) No buscábamos derrocar el poder en el país", dijo Prigozhin quien señaló que esta unidad "debía dejar de existir el 1 de julio a consecuencia de las intrigas" de la élite militar rusa.
Era una fecha establecida por el presidente Putin, y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, para que los voluntarios que participan en la guerra en Ucrania firmaran contratos con Defensa, con lo cual el Grupo Wagner, que quedaría proscrito.
Más aún, apuntó que "solo unos pocos combatientes del ejército Wagner accedieron a firmar contrato con el Ministerio de Defensa" y añadió que la obligación de subordinarse a Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, se puso sobre la mesa "en el momento menos adecuado".
Prigozhin explica también que sus hombres habían recibido el apoyo de los residentes locales durante su rebelión en Rusia, asegurando que "los civiles salieron a nuestro encuentro con banderas rusas y emblemas de Wagner, se alegraron cuando llegamos y pasamos junto a ellos".
