Los turistas aportan muchos ingresos a los países, ciudades y poblados que visitan, pero cuando se desborda la cantidad de visitantes o estos carecen del mínimo de educación, se presentan situaciones como esta…
Los habitantes de un pueblo Japón decidieron colocar una barrera negra con el objetivo de bloquear una concurrida vista del legendario monte Fuji que atraía un número de turistas tal, que ya generó la molestia de vecinos del lugar.
Un grupo de empleados municipales empezaron a colocar una malla de 2,5 metros de altura y 20 de longitud a unos postes metálicos para impedir ver desde ahí al Fuji, aplicando así la medida anunciada en abril pasado por las autoridades del ayuntamiento de Fujikawaguchiko, ubicado en el centro de Japón para frenar las actitudes poco educadas de muchos turistas que acudían al sitio.
El Fuji, considerado un símbolo nipón y llamada por los pobladores de la región con el nombre de "Fujisan", atrae sobre todo a excursionistas que suben a la cumbre para ver el amanecer, dejando en el lugar toneladas de basura: botellas de plástico, comida y hasta ropa.
En ese municipio hay varios puntos donde fotografiar la montaña, pero el espacio bloqueado ofrece una vista majestuosa del volcán, lo que atraía a numerosos turistas que se ubicaban junto a una tienda, fumaban fuera de zonas autorizadas, cruzaban la carretera con el semáforo en rojo o trepaban a la azotea de una clínica dental para obtener mejores fotografías.
Desde que concluyó la alerta sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus, el turismo en Japón ha alcanzado cifras récord, lo que ha provocado de paso tensiones entre los visitantes y a población local por la cantidad excesiva de turistas o comportamientos inadecuados.
En el monte Fuji, las autoridades impondrán a partir de este verano una tasa de acceso y una cuota máxima diaria en la principal ruta de senderismo para escalar el volcán.
