La Conferencia Episcopal Ecuatoriana niega por orden divina que una persona decida en que momento quiere poner fina su vida cuando tiene una enfermedad terminal y que produce sufrimiento físico.
Por ello, ha criticado duramente y con términos anacrónicos el dictamen de la Corte Constitucional de permitir la eutanasia en el país.
Para la iglesia católica de Ecuador, lo que decidió la Corte ha sido un acto "diabólico".
En cambio, se pronunció por ofrecer sus servicios de acompañamiento a pacientes con enfermedades degenerativas, crónicas e incurables.
En un comunicado la Iglesia católica ecuatoriana asegura que "la vida humana es sagrada e inviolable", y que "es diabólico querer defender la vida dando a un homicidio un marco de legalidad".
Lo que sufra físicamente una persona que enfermedad incurable y terminal, no es tema para la iglesia, quien dice que "ha combatido el dolor y el sufrimiento de las personas aquejadas por distintos males y dolencias", al tiempo que recordó que los servicios de salud que ofrece a la comunidad buscan también brindar dignidad a sus pacientes.
Según la Conferencia Episcopal, el fallo de la Corte Constitucional que despenaliza la eutanasia en Ecuador se da cuando el país, solo ofrece un 3,5 % de cobertura en cuidados paliativos para la población.
Advierte que "es preocupante observar cómo la cultura del descarte, impulsada por algunos jueces, está convirtiéndose en nuevo integrante de nuestra realidad social", al tiempo que asegura que la Iglesia defiende el derecho a la vida.
Dijo también que "estamos ya al inicio de una pendiente resbaladiza cuyos caminos de muerte no engrandecen nunca a una sociedad", añadiendo que, "el derecho a la vida, como todos los derechos humanos, es irrenunciable".
Cosa de preguntarle esto a un enfermo terminal cuyo sufrimiento físico y emocional es difícil de describir por lo duro que es, como sucedió con Paola Roldán, mujer de 42 años que demandó una ley que permita una "muerte digna" a personas con enfermedades muy dolorosas e incurables, que aceptan el procedimiento de manera consciente.
La Corte Constitucional de Ecuador, la escuchó y le dió la razón, en un fallo histórico. Ella sufría de esclerosis lateral amiotrófica.
