Un segundo convoy con ayuda humanitaria cruzó el paso de Rafah, en Egipto, rumbo a la Franja de Gaza, insuficiente para aliviar la crítica situación de más de un millón de personas asentadas en la cárcel al aire libre más grande del mundo.
Más de un centenar de camiones con ayuda humanitaria esperan todavía para entrar en Gaza, en donde no cedan los bombardeos de Israel desde el ataque de Hamás en su territorio el 7 de octubre.
Mientras tanto, ecenas de personas con pasaportes extranjeros aguardan del lado palestino para cruzar a Egipto.
Los camiones cargados con ayuda humanitaria, comida, agua y medicinas, que debían llegar al enclave, tuvieron que desviar su recorrido por los enfrentamientos entre las Brigadas Al Qasam, brazo armado de Hamás, y tropas israelíes en la zona de la valla de separación entre Gaza e Israel.
El acceso de ayuda no incluye la entrada de combustible, lo que mantiene los hospitales de Gaza sin electricidad y al límite al no poder hacer funcionar los generadores.
Más de 250 personas han muerto en los bombardeos israelíes sobre Gaza en las últimas 24 horas, mientras los hospitales siguen sin electricidad por la falta de combustible y en una situación límite de sus capacidades.
Hamás aseguró en su cuenta de Telegram que tendió “una emboscada a una fuerza blindada” israelí en la zona de la valla de separación entre Israel y el sureste de la Franja, en el área de la Gobernación de Jan Yunis.
El Ejército israelí informó que milicianos palestinos dispararon contra soldados “que operaban al oeste de la valla de seguridad de la Franja de Gaza”, y “un tanque atacó a la célula terrorista que disparó a los militares”.
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