Según el premier judío, Benjamín Netanyahu, Israel libra una guerra del "humanismo contra la barbarie, la luz contra la oscuridad y el bien contra el mal".
Quizás no ha visto los daños ocasionados por sus militares en la ciudad de Gaza.
El político derechista informó que la ofensiva de Israel contra Hamás ha entrado en su segunda etapa, ahora en una operación terrestre que se irá expandiendo para destruir las capacidades del grupo y recuperar a los rehenes israelíes del cautiverio.
En su mensaje televisado, declaró que la decisión fue tomada por unanimidad y dijo que eran "hipócritas" a aquellos que acusan a las Fuerzas de Defensa de Israel de crímenes de guerra.
Las protestas contra los bombardeos del ejército hebreo son cada vez mayores en varias partes del mundo.
Según Netanyahu, "las Fuerzas de Defensa de Israel son el Ejército más moral del mundo", y acusó al movimiento Hamás de crímenes de guerra, uso de civiles como escudo humano y apropiación del combustible de los hospitales.
Netanyahu añadió que sus "amigos de países árabes y el mundo conocen" que si Israel no gana "serán ellos los próximos", aunque no aporta nada que sostenga su afirmación.
En las últimas horas, el ejército más moral del mundo sigue bombardeando lo que queda de la ciudad de Gaza, y el alto
comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, declaró que el conflicto entre Israel y Hamás ha alcanzado “un nuevo nivel de violencia y dolor” desde que las fuerzas israelíes intensificaron sus bombardeos y cortaron internet y otras telecomunicaciones en Gaza.
El funcionario de la ONU, a la que Israel ya ve como enemiga, señaló que el bombardeo de infraestructuras de telecomunicaciones en Gaza y su aislamiento del mundo exterior “pone a la población civil en grave peligro”, e indicó que ese apagón dificultará, entre otras cosas, la búsqueda de víctimas entre los escombros por los equipos de rescate.
Asimismo, explicó que “los civiles no pueden recibir información actualizada de dónde pueden acceder a ayuda humanitaria”, ni de cuáles son los lugares más y menos peligrosos en la franja.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Rusia mantiene contactos con Israel sobre la necesidad de buscar una solución pacífica en Gaza y de no llevar a término la estrategia de tierra quemada.
En entrevista con agencia de noticias Belta, el ministro ruso recordó que hubo "un ataque terrorista totalmente inaceptable contra Israel, y éste, no del todo guiado por el derecho internacional, respondió y anunció que su represalia sería despiadada y que destruirían a Hamás".
"Es imposible destruir a Hamás sin destruir Gaza con la mayoría de la población civil", advirtió Lavrov, y apuntó que la destrucción de la Franja de Gaza y la expulsión de 2 millones de residentes del enclave crearán una catástrofe durante muchas décadas, si no siglos.
Agregó que es necesario anunciar programas humanitarios para salvar a la población, que se encuentra con un bloqueo: sin agua, sin electricidad, sin alimentos, sin calefacción.
El canciller señaló que el proyecto de resolución ruso, "junto con China, y los países árabes" promovió en el Consejo de Seguridad de la ONU, pretendía lograr estos objetivos, pero Estados Unidos confirmó con sus acciones "que su tarea es apoyar a Israel de cualquier manera posible, en cualquiera de sus acciones".
