El papa Francisco cumplió su deseo y aprovechó el viaje a Portugal en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, para visitar el santuario mariano de Fátima, en el centro del país lusitano.
Ante decenas de miles de fieles, el obispo de Roma, rezó, pero en su alocusión no mencionó para nada la difícil situación del mundo debido a las guerras.
El papa arribó al santuario en el papamóvil, rezó el rosario frente a la imagen de Fátima acompañado de reclusos de varias cárceles portuguesas y un centenar de jóvenes enfermos, sentados en las primeras filas de capilla.
Ahí, donde según la tradición católica indica se apareció la Virgen María a 3 niños en 1917, el vicario de Cristo improviso un discurso en torno a la figura de la Virgen .
Aunque en el cuarto misterio del rosario se pidió por la paz, se esperaban algunas palabras del papa sobre las guerras en el mundo en este santuario mariano donde ya había estado en mayo de 2017, pero Francisco decidió hablar de la Virgen que "siempre está" al lado de las personas.
El papa Francisco llego a Portugal el miércoles para encontrarse con jóvenes católicos de todo el mundo, reunidos en Lisboa para una semana de encuentros en la Jornada Mundial de la Juventud.
