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  • bambarito59

¿De dónde viene la costumbre de usar anillos?


El anillo o sortija es un aro con más o menos decoración que se utiliza como adorno de los dedos de las manos. El anillo completo se compone de tres partes: el aro, el chatón o parte plana y la gema o piedra preciosa, la cual se ubica sobre el chatón, en la que a menudo se sustituye por vidrios o esmaltes de menor categoría que intentan imitarla, o por un grabado hueco que servía de sello para autentificar documentos.


Algunos tipos de anillos que existen son: “el de promesa”, el cual otorga un hombre a la mujer con la que desea contraer matrimonio en un periodo no muy largo con la promesa de posteriormente recibir el anillo de "compromiso" que se da en el momento de comprometerse en matrimonio, “el Anillo del pescador”, el cual es un sello que llevan los breves y bulas pontificias, “el episcopal”, el cual reciben los obispos como prueba de la alianza que contraen con la Iglesia, el "nupcial”, que se dan los cónyuges en la celebración del matrimonio, el “anillo real” que llevaban en el dedo los reyes de la Edad Media, o una "sortijas”, el cual es un anillo liso matrimonial.


Probablemente fueron los egipcios quienes hicieron los primeros anillos, debido a que al ser de gran tamaño, las mujeres los usaban como brazaletes, uno en cada muñeca. Para los egipcios el círculo representaba la eternidad y la unidad, mientras que en otras culturas esta figura también era un poderoso símbolo; cuando los antiguos griegos conquistaron a los persas, se encontraron con que los jefes de los vencidos llevaban brazaletes para mostrar su categoría, por tanto, los griegos se apropiaron de la idea al otorgar estos accesorios a los soldados más distinguidos para recompensar su valor e hicieron unos en tamaño miniatura para que las novias los usaran como anillos de boda.


Desde hace muchos siglos, el cuarto dedo de la mano izquierda, es decir, el anular, ha tenido un significado especial, al grado de que los griegos y más tarde los romanos lo llamaban “el dedo médico”, pues creían que de él partía una vena que llegaba directamente al corazón. Este dedo se usaba siempre para mezclar pociones; asimismo, puesto que los matrimonios eran asunto del corazón, lo apropiado era que el anillo de boda se usara en ese dedo.


El sabio romano Macrobio declaró que un anillo colocado en dicho dedo impedía que se escaparan los sentimientos.


Posteriormente los judíos copiaron la costumbre romana de usar anillos para sellar el vínculo entre marido y mujer, mientras que de los anglosajones viene la costumbre de que los anillos de boda o alianzas sean de oro. La creencia de que los anillos tenían poderes curativos persistió hasta hace poco, gracias a que en la Inglaterra medieval era costumbre que, en Viernes Santo, el rey regalara monedas de plata para que con ellas se hicieran anillos para combatir los calambres.


A principios del siglo XX era común que quien padeciera alguna dolencia pidiera peniques a los feligreses a la entrada de la iglesia en domingo, para cambiar esas monedas por una de plata de media corona, con la cual se haría un anillo que debería usar para combatir la enfermedad.


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