"Las calles no se toman, y si se toman la va a haber consecuencias", amenazó en conferencia de medios la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
De esta manera, se cumple la advertencia lanzada por el gobierno del ultraderechista Javier Milei, por lo que las manifestaciones
que corten la circulación tendrán "consecuencias".
Se trata del llamado "protocolo anti-piquete" mediante el cual el gobierno tiene previsto usar la fuerza pública para mantener el orden y sofocar las protestas sociales que se van a producir como reacción de una población cada vez más empobrecida a la que todo le cuesta mucho más caro desde esta semana.
Según la flamante encargada de la seguridad pública, "vamos a ordenar el país para que la gente pueda vivir en paz".
Esto ocurre a 4 días del inicio de anuncio de la Administración de Milei, y Bulrich dijo que todas las fuerzas federales podrán actuar y se empleará "la mínima fuerza necesaria y suficiente" ante los piquetes, que "será graduada en proporción a la resistencia".
Asimismo , adelantó que la fuerza pública podrá requisar "material" para manifestaciones como "palos" y revisar la identidad de personas encapuchadas.
"Se va a actuar hasta dejar totalmente liberado el espacio de circulación", añadió la funcionaria y habló de aplicar "sanciones a aquellos que lleven niños" a marchas que, para este gobierno, son usados como "escudos" contra la fuerza pública.
Añadio que ante "todos los costos vinculados a los operativos de seguridad, se le enviará factura a las organizaciones o individuos responsables.
"El Estado no va a pagar por el uso de la fuerza de seguridad", amenazó la ministra de Milei.
Por eso votaron los argentinos...
