Los responsables del mítico estadio brasileño de Maracaná determinaron cerrarlo a cualquier actividad luego de la jornada del próximo fin de semana en la liga brasileña.
El objetivo es permitir que la cancha se recupere la final de la Copa Libertadores programada para el 4 de noviembre.
De acuerdo con los administradores del estadio cuyo aforo es de 78 mil espectadores, lo primero será “realizar las verificaciones y evaluaciones necesarias”.
La cancha del estadio ubicado en Río se ha deteriorado debido a las fuertes lluvias recientes, y en un comunicado, los encargados del Maracaná dicen que "el daño causado no podrá revertirse sin tener una interrupción de los partidos”.
No se informó cuál es el dio plazo para la reapertura del estadio que albergó las finales de los mundiales de 1950 y 2014.
Los aguaceros y la cantidad de partidos en los últimos 3 meses han afectado mucho la calidad del césped, algo que además eleva el riesgo de lesiones.
Maracaná ha recibido este año 55 partidos, la mayor cantidad de un estadio en Brasil durante ese periodo, cuando los estadios en Europa albergan un promedio de 30 partidos por temporada.
Los clubes de Río de Janeiro temen que el cierre de Maracaná será prolongado.
