De acuerdo con el informe Panorama Social 2024, de la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE), cerca de la mitad de los jóvenes de entre 20 y 30 años de edad en México siguen viviendo en casas de sus padres, algo considerado grave por los especialistas, y que refleja tanto la dificultad para acceder a la vivienda, como la baja en la reducción de la tasa de fecundidad.
Es un 46% de jóvenes de mediana edad en México que siguen viviendo con sus padres cifra que aunque ha disminuido desde 2016 cuando era superior al 50%, es alta si se compara con las cifras de otros países como Dinamarca (10%), Suecia (12%) o Finlandia (13%).
Mas aún, el porcentaje de jóvenes en México que viven en casa de sus padres supera al de países como Colombia (35%), Alemania (33%), Canadá (39%), Estados Unidos (39%) y otros, aunque es más baja que naciones con una renta per cápita más alta que la mexicana, como Italia (80%), Grecia (78%) y España (77)
El informe de la OCDE publicado hace unos días, apunta que "la decisión personal de tener un hijo depende de un amplio abanico de factores, como la seguridad económica y financiera, los costos de criar a los hijos, las normas sociales, las condiciones personales y médicas, las condiciones del mercado laboral y el entorno de la política familiar"
De acuerdo con datos de la OCDE y del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, la tasa global de fecundidad ha registrado una caída en las últimas décadas, al pasar de 6,8 niños por mujer en la década de los 60 y hasta 1971, a 1,6 niños por mujer en 2023, última cifra disponible y que está por debajo del llamado "nivel de reemplazo" de 2,1 hijos por mujer.
En las últimas décadas, muchos de estos factores han cambiado. A los jóvenes les resulta más difícil ser económicamente independientes y establecerse en los mercados laboral y de la vivienda: se ha constatado que el aumento de los costos de la vivienda tiene un efecto negativo en la tasa global de fecundidad", se agrega en el reporte de la OCDE
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