Saldo de al menos 29 personas muertas y decenas de lesionadas, es el saldo que habria dejado un bombardeo israelí en una zona designada como humanitaria cerca de la ciudad de Rafah.
Esto informó la Media Luna Roja Palestina en su cuenta de X, y precisó que "las ambulancias están transportando un gran número de mártires y personas heridas después de que la ocupación atacara las tiendas de campaña de personas desplazadas cerca de la sede de Naciones Unidas al noroeste de Rafah".
El Ministerio de Salud en Gaza y el comité de emergencia de la Gobernación de Rafah, dieron cuenta por su parte de un bombardeo en un centro de desplazados cerca de Rafah y añadieron que se registraron decenas de muertos y heridos.
Sami Abu Zuhri, dirigente de Hamás, calificó lo sucedido como una "masacre”, y responsabilizó a Estados Unidos por proporcionar armas y dinero a Israel.
El ejército judío señaló el pretexto de siempre: que el ataque tenía como objetivo un campamento donde operaba "un número significativo de terroristas de Hamás”, y por lo tanto fue lanzado "contra objetivos legítimos de acuerdo con el derecho internacional, usando municiones de precisión y sobre la base de información de inteligencia precisa”.
Así, el gobierno de Benjamin Netanyahu se sigue burlando de la comunidad internacional y los organismos de justicia de Naciones Unidas.
Mientras tanto, el responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, llamó a "hacer más" para apoyar a la Autoridad Nacional Palestina en "tiempos extremadamente difíciles", señalando que el fortalecimiento de esa institución es necesario para una paz duradera en la región y enfrentar tiempos de desafíos, como la crisis económica y el impacto del desastre humanitario en Gaza.
Borrell dijo antes del inicio de una reunión de socios internacionales sobre Palestina en Bruselas, cuyo fin es "discutir cómo la comunidad internacional puede apoyar mejor la agenda de reformas del nuevo gobierno” palestino, que es necesario abordar los "inmensos desafíos" a los que se enfrentan las autoridades palestinas, con "una peligrosa crisis socioeconómica, el impacto de la tragedia humanitaria en Gaza, los cierres impuestos en Cisjordania y otras acciones punitivas como el anuncio de las autoridades de ocupación israelíes de recortar todos los ingresos que les pertenecen".
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