Dos altos mandos del aparato de inteligencia de Israel aceptaron su responsabilidad en el ataque perpetrado por el movimiento islamista Hamas el pasado 7 de octubre.
El jefe de la inteligencia militar de Israel, Aharon Haliva, asumió la culpa por el fracaso de este organismo al no prevenir el ataque de Hamás que dejó un saldo de mas de mil 200 muertos
Asimismo, Ronen Bar, jefe de la agencia de seguridad Shin Bet, también aceptó parte de la responsabilidad porqie no se activó una alarma temprana ese fatídico día.
Citado por el diario The Times of Israel,Haliva señaló que "la Dirección de Inteligencia Militar bajo mi mando fracasó en advertir de un ataque terrorista llevado a cabo por Hamás. Fallamos en nuestra tarea principal y, como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, asumo toda la responsabilidad por lo ocurrido".
Aseguró que ordenará la investigación necesaria, pero considera prioritario en este momento repeler el ataque palestino.
Por su parte, el jefe del Shin Bet, escribió en una carta a los miembros de la agencia donde expone que, a pesar de una serie de acciones que llevaron a cabo, no pudieron "generar una advertencia suficiente que permitiera frustrar el ataque".
Añadió que "como quien dirige la organización, la responsabilidad de esto es mía. Habrá tiempo para las investigaciones. Ahora estamos luchando".
Horas antes del ataque, el sistema de defensa identificó un movimiento inusual en la Franja de Gaza, y se produjo una llamada telefónica a altas horas de la noche entre altos funcionarios, pero las señales fueron ignoradas.
Aun así, según medios israelíes, Bar acudió a la sede de la agencia y ordenó el despliegue de un equipo de seguridad en la frontera de Gaza, anticipando un posible ataque a pequeña escala.
Bar añadió que "estamos en guerra, no en una ronda de combates. Una ronda se gana con una imagen de victoria y tranquilidad; una guerra termina con una victoria decisiva y un cambio de situación. No hay límite de fronteras, ni límite de tiempo
