Un informe publicado por la confederación internacional de organizaciones no gubernamentales Oxfam, asegura que el 1% más rico de la población mundial generó en 2019 el 16% de las emisiones de carbono a nivel global, equivalente a las generadas por el 66% más pobre, es decirme unos 5 mil millones de personas.
El documento precisa que "desde la década de 1990, el 1% más rico consumió el doble de presupuesto carbono que la mitad más pobre de la población mundial".
Detalla que se prevé que para 2030, las emisiones de esa minoría acaudalada multiplique por más de 22 el límite de emisiones considerado seguro, para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados.
El informe refiere que las emisiones anuales globales de los ricos anulan el ahorro de emisiones de carbono logrado por casi un millón de turbinas eólicas, asegurando que su cantidad de emisiones generadas hace cuatro años era tal como para provocar 1,3 millones de muertes por calor.
Pavel Martiarena Huamán, activista climático peruano, fotógrafo y líder de la campaña de Oxfam, "Make Rich Polluters Pay", indicó que "los ricos propietarios del mundo, que han heredado recursos que nos fueron arrebatados, también son responsables de la situación actual, una situación que los países del sur global no han buscado".
Acusa que esos esos ricschones "se apropiaron de recursos y construyeron imperios basados en la avaricia, antes de oro, plata, caucho y madera, y ahora de petróleo y gas".
Oxfam asegura que aplicar un impuesto del 60% sobre ingresos del mencionado grupo de élite, reduciría las emisiones de carbono en un volumen equivalente a poco más de las emisiones totales del Reino Unido.
Ello permitiría recaudar 6,4 billones de dólares al año que podrían destinarse a financiar la transición hacia las energías renovables y abandonar los combustibles fósiles.
