En un comunicado emitido anoche y dirigido a la comunidad universitaria así como a la sociedad en general, el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes hizo un llamado a tomar las precauciones necesarias debido a un resurgimiento del sarampión
Explica que el sarampión es una enfermedad viral aguda, extremadamente contagiosa y potencialmente grave.
Estimaciones de la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos calculan que podrian existir actualmente hasta 9 millones de casos de sarampión en el mundo, con 136 mil defunciones, la mayoría de ellas infantes.
Indica que los datos de los últimos 2 años han registrado en Europa 31,ñ mil 685 casos, de los cuales 941 fueron en 2022 y más de 30 mil en los primeros 10 meses de 2023, lo que dio lugar a una alerta y a un llamado a la acción inmediata.
Señala la UNAM que los casos se han presentado en todos los grupos de edad.
En Estados Unidos se han registrado mil 515 casos en los últimos 5 años, la mayoría en personas no vacunadas.
En México el último brote de sarampión que se registró fue en 2020, con un total de 196 casos.
El virus del sarampión es uno de los más contagiosos, se transmite por contacto directo con gotitas de saliva y moco expulsadas cuando la persona infectada tose, estornuda o habla, y los casos son más frecuentes durante los primeros 4 meses de cada año (final del invierno e inicio de la primavera).
La enfermedad se caracteriza por un cuadro inicial parecido al de un catarro con fiebre, tos, estornudos, lagrimeo y congestión nasal, a lo que sigue unos días después la aparición de ronchas rojas pequeñas en la piel.
El tiempo entre el contagio y la aparición de los síntomas es de entre 7 a 21 días (promedio 10), y la persona infectada puede contagiar a otros desde 4 días antes hasta 4 días después de tener las lesiones en la piel, las cuales pueden durar de 3 a 7 días y posteriormente ocurre descamación.
Las complicaciones ocurren más frecuentemente en niños menores de 6 años y en personas inmunocomprometidas.
Los efectos se pueden presentar en oídos, laringe y pulmones, y aunque poco frecuente también aparece daño cerebral.
En México, la vacuna contra el sarampión se aplica desde 1970, y en 1998 se sustituyó por la vacuna triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis; años después se incluyó un refuerzo para los adolescentes con vacuna contra sarampión y rubéola.
En los últimos 15 años, las coberturas de vacunación no han alcanzado los niveles óptimos, por lo que muchas personas jóvenes fundamentalmente no tienen protección contra estas enfermedades, destacadamente contra sarampión.
Por todo esto, el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos Emergentes recomienda permanecer alertas ante la potencial aparición de casos sospechosos y/o confirmados de sarampión o rubéola, los cuales pueden ser importados desde otros países y generar brotes de diversa magnitud entre las personas no vacunadas.
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