No lo hacían desde días antes del ataque armado de Rusia en Ucrania, y sucedió de nuevo.
El canciller ruso Serguei Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano Anhtony Blinken, sostuvieron el viernes su primera conversación desde que comenzó la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero, siendo temas obligados la situación en Ucrania, la crisis alimentaria derivada del bloqueo en puertos ucranianos y un eventual canje de prisioneros.
A falta de comunicado oficial o conjunto, trascendió que el ruso Lavrov destacó que el envío a las fuerzas ucranianas de armamento estadounidense y de la OTAN, solo prolonga la agonía del régimen de Ucrania alarga el conflicto y multiplica las víctimas, pues, según el ruso, "es usado masivamente contra la población civil,.
Según la cancillería rusa, Lavrov dijo que el Ejército ruso respeta "estrictamente" el derecho internacional, que en "los territorios liberados" la vida está volviendo a la normalidad y que los objetivos de la invasión "serán plenamente alcanzados".
Ambos funcionarios hablaron también de la seguridad alimentaria global y el ruso explicó a Blinken el acuerdo del 22 de julio en Estambul para el transporte de cereal ucraniano desde puertos en el mar Negro y la exportación de alimentos y abono ruso.
Rusia habría propuesto además, "en cuanto al posible canje de presos rusos y estadounidenses, regresar a un régimen profesional, sin desinformación especulativa, diálogo basado en una 'diplomacia silenciosa'".
Los responsables de la política exterior de las 2 potencias también trataron el estado de las relaciones bilaterales, que de acuerdo con la nota oficial de Moscú, "necesitan urgentemente una normalización".
foto. archivo
