A más de un año de que la Justicia británica aprobara la extradición a Estados Unidos del periodista australiano Julian Assange y de que el gobierno británico validara el fallo, el fundador de WikiLeaks sigue preso en una cárcel londinense y su traslado a la Unión Americana está detenido debido a la apelación presentada por el propio periodista, en medio de los reclamos de justicia por parte de la comunidad internacional.
Ahora, un grupo de legisladores australianos viajará este mes a Washington para solicitar poner fin a la persecución judicial contra el fundador del portal WikiLeaks. Se reunirán con congresistas, el Departamento de Estado y el de Justicia para abogar contra la extradición de Assange
El australiano está acusado en Estados Unidos de publicar cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y de cables diplomáticos sobre las actividades de Washington en las guerras de Irak y Afganistán, que fueron difundidos por su portal de filtraciones.
Assange fue recluido en la cárcel de Belmarsh en 2019 luego de que el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno, permitiera su arresto en la Embajada ecuatoriana en la capital británica, donde el periodista australiano había permanecido en condición de asilado durante siete años, desde junio del 2012.
Se piden para él 175 años de prisión, y en declaraciones a la cadena Fox, el hermano de Assange, Gabriel Shipton, señala que "la delegación australiana de todos los partidos trae un poderoso mensaje de uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos, de que la continua persecución vengativa del editor y periodista Assange “está comenzando a pasar factura a la cercana amistad que las 2 naciones han disfrutado a lo largo de la historia".
Los legisladores australianos también se reunirán con grupos de derechos civiles, mientras que Greg Barns, abogado de derechos humanos y asesor de campaña de Assange, indicó que las encuestas muestran que casi 90 % de los australianos creen que los cargos impuestos a Assange deberían ser retirados.
El padre de Assange, John Shipton, aseguró a su vez que "el acoso más incesante, las mentiras más inescrupulosas y la persecución más maliciosa a lo largo de 13 años nos revelan un desprecio maligno por los magníficos tesoros cívicos de los logros humanos".
Ben Wizner, director del Proyecto de Discurso, Privacidad y Tecnología de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles sostuvo por su parte que existen "serias preocupaciones" de que, en el caso de que Assange finalmente acabe en prisión "por publicar información veraz", su ejemplo "será una seria amenaza para el periodismo de investigación en Estados Unidos y en todo el mundo".
Para Wizner, "si Assange es condenado, se abrirá la puerta a amenazar con prisión a las organizaciones de noticias y a sus reporteros si ignoran las órdenes del Gobierno de no publicar información ni siquiera en el interés público".
.
Autoridades australianas también exigen el fin de la persecución de Julian, y un portavoz del Gobierno reiteró que se opina que "el caso del señor Assange se ha prolongado demasiado y que debería cerrarse". Aseguró que "el primer ministro y el ministro de Relaciones Exteriores han expresado esta opinión a los gobiernos del Reino Unido y de los Estados Unidos, y continuaremos haciéndolo".
Comments