En una determinación para muchos inesperada, el Gobierno de Venezuela revocó el beneplácito otorgado al Gobierno de Brasil "para ejercer la representación de los intereses de la República Argentina y sus nacionales en territorio venezolano, así como la custodia de los locales de la misión diplomática incluidos sus bienes y archivos".
En un comunicado, el régimen de Nicolás Maduro dijo que se ve obligado a tomar esa decisión, ante "las pruebas que se tienen sobre el uso de las instalaciones de esa misión diplomática para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio" contra el presidente Maduro, y la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez Gómez, "por parte de prófugos de la justicia venezolana que permanecen dentro de ella".
La medida generó una inmediata declaración del gobierno de Brasil, que se declaró "sorprendido” con la decisión de su homólogo venezolano, al que le recordó el carácter de "inviolabilidad, en los términos de la Convención de Viena”.
Asimismo, aseguró que "permanecerá con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que Argentina designe a otro Estado aceptable”.
A su vez Argentina expresó su rechazo a la decisión del presidente de Venezuela de "revocar unilateralmente” la autorización a Brasil de representar sus intereses y custodiar sus instalaciones diplomáticas en Caracas.
En un comunicado, la República Argentina "rechaza dicha medida unilateral y advierte al gobierno venezolano que debe respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que consagra la inviolabilidad de los locales de las misiones”.
De igual manera, el gobierno ultraderechista de Javier Milei brindó su "reconocimiento a la hermana República Federativa del Brasil” por representar sus intereses en Venezuela, y agradeció "su compromiso y responsabilidad en velar por la custodia de los inmuebles argentinos en dicho país”.
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