La llegada de Bernardo Arévalo a la presidencia de Guatemala dió hoy un paso firme, luego de que la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos validó la limpieza de los resultados de los comicios del pasado domingo, en las que ganó el candidato socialdemócrata.
Mientras tanto, la ex primera dama Sandra Torres, derrotada en las urnas, aún no ha felicitado a Arévalo de León, y argumenta que el Tribunal Supremo Electoral no aclaró supuestas anomalías en el sistema de digitalización de votos en Ciudad de Guatemala.
Arévalo de León llegó a la jornada electoral pese a los intentos del Ministerio Público de sacarlo de la contienda, y ahora la misión electoral de la OEA, indico en su informe preliminar sobre los comicios, que los resultados divulgados por las autoridades "no dejan duda de la voluntad expresada por la ciudadanía".
Para los representantes del organismo regional, en el país centroamericano la segunda vuelta del pasado 20 de agosto fue "ejemplar" y reconocieron "el esfuerzo y compromiso democrático" de las instituciones electorales en medio de un "ambiente de alta tensión política".
Arévalo, abanderado del Movimiento Semilla, venció en las elecciones con el 59 % de los votos frente al 37% que obtuvo Torres, como candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza.
El proceso estuvo marcado por los intentos de la Fiscalía, cuyos responsables fueron sancionados por corrupción por Estados Unidos, para inhabilitar al Movimiento Semilla desde que Arévalo de León pasó a segunda vuelta el 25 de julio.
Los observadores de la OEA condenaron los allanamientos que hizo el Ministerio Público de las sedes del Tribunal Electoral y del Movimiento Semilla, y denunció que "la judicialización del proceso continuó al filo de la votación" y que a pocas horas de la segunda vuelta la fiscalía "persistió en enviar señales intimidatorias, declarando que no descartaba la posibilidad de antejuicios" contra miembros de Semilla.
El reporte de la OEA destaca que "las elecciones generales de 2023 marcaron uno de los episodios de mayor complejidad en la historia reciente de Guatemala", pues se llevó "al límite a la institucionalidad democrática del país y volcó sobre Guatemala la atención de la comunidad internacional".
La misión vigilará la transición de poderes hasta la toma de posesión de Arévalo de León el 14 de enero, proceso que el presidente saliente, Alejandro Giammattei aseguró que va a respetar.
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