La situación humanitaria de Gaza es una mancha moral para todos”, dijo hoy el jefe de Gabinete de la ONU, en nombre del Secretario General y ante el Consejo de Seguridad, señalando que esa “terrible guerra” debe terminar ya.
En sesión presidida por el ministro del Exterior de Rusia, Sergei Lavrov, cuyo país ocupa este mes la presidencia del órgano resolutivo, Courtenay Rattray reiteró la urgencia de un alto el fuego humanitario e insistió en que “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.
Rattray destacó la intensificación de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, que incluye cada vez más ataques y destrucción contra las instalaciones y personal de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Dio cuenta también del lanzamiento de cohetes hacia Israel por grupos armados palestinos y volvió a condenar el ataque liderado por Hamas del 7 de octubre.
Tras recordar que la respuesta israelí a dicha agresión ha dejado más de 38 mil palestinos muertos, 87 mil heridos y miles de desaparecidos, la mayoría mujeres y niños, Rattray recalcó que ningún lugar en Gaza es seguro y alertó de la crisis humanitaria que azota a los gazatíes.
“Casi 1 millones de personas han sido desplazadas, casi toda la población de Gaza, y muchas de ellas varias veces”, denunció el jefe de Gabinete, quien indicó que la ONU sigue trabajando para entregar ayuda vital en Gaza y asegurar la liberación de los rehenes israelíes, al tiempo que reiteró la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato y la inmediata y Liberación incondicional de todos los rehenes.
Por otra parte, Rattray mostró alarma por la situación en la Cisjordania ocupada, sometida a altos niveles de violencia por parte de fuerzas israelíes, colonos y militantes palestinos. Entre el 7 de octubre de 2023 y el 8 de julio, 553 palestinos incluidos 131 niños, fueron asesinados en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, la mayoría en el contexto de operaciones de seguridad israelíes. Durante el mismo periodo, fueron muertos 22 israelíes, entre ellos 9 militares.
La ONU reitera la urgencia de un alto el fuego humanitario, insiste en que “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino” y advierte que el sistema de ayuda humanitaria de la Organización está al borde del colapso.
Advirtió tambien que las medidas administrativas y legales israelíes alteran contantemente la geografía de la Cisjordania ocupada, y apuntó que "se espera que la confiscación de grandes parcelas de tierra en zonas estratégicas y los cambios en la planificación, la gestión de la tierra y la gobernanza aceleren significativamente la expansión de los asentamientos”.
Citó también la emisión de dos órdenes militares a finales de mayo, que transfirieron poderes y nombraron a un adjunto civil en la Administración Civil de Israel, añadiendo que esa medida es otro avance en la actual transferencia de autoridad sobre muchos aspectos de la vida cotidiana en la Cisjordania ocupada.
“Si no se abordan, estas disposiciones causarían daños irreparables... debemos cambiar de rumbo. Toda actividad de asentamiento debe cesar inmediatamente, ” recordó Rattray en nombre del Secretario General.
El embajador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, denunció en la sesión que “Israel ha fabricado durante meses una catástrofe humanitaria, con la hambruna en su centro mientras esgrime el hambre, la deshidratación y la propagación de enfermedades como las armas definitivas”
Recalcó que las leyes internacionales humanitarias no significan nada para Israel como se ha visto durante los bombardeos,, y preguntó “¿Qué clase de criminal se tiene que ser para bombardear a la misma población tantas veces?”.
Agregó que Israel siempre ha aludido razones de seguridad para justificar su proceder, “como si su seguridad justificara el genocidio o como si la seguridad pudiera alcanzarse con más muerte e injusticia”.
Al primer ministro de Israel no le importan las leyes ni las vidas de los civiles palestinos, ni siquiera la vida de los rehenes, sólo le importa su supervivencia política, aseguró el diplomático palestino
Para concluir, instó al Consejo de Seguridad y al mundo a “reforzar a quienes buscan la paz en vez de armar a los buscan el exterminio” y a proteger a las víctimas, no a los verdugos. Ser asesinados o mutilados no es nuestro destino”, finalizó Mansour.
A su vez, el representante permanente de Israel dedicó la mayor parte de su intervención para acusar a Irán de “extender sus tentáculos” por todos los rincones del mundo para acabar con el Estado israelí.
Gilad Erdan afirmó que su país también sufre amenazas desde el vecino Líbano, donde opera Hezbolah, y planteó que Irán no es sólo un “elemento faltante” en cualquier conversación sobre Gaza, sino que es el “elemento central”.
Habló del sufrimiento de los rehenes y exigió su liberación inmediata, al comentar que "no nos atrevemos a pensar qué horrores están experimentando en este momento”, y agregó que su situación es un crimen contra la humanidad.
La explosión de violencia sin precedentes en Medio Oriente se debe, en gran parte, a la fallida política estadounidense en la región, expresó el canciller ruso en su turno al micrófono
Sergei Lavrov explicó que, al proporcionar cobertura diplomática a las acciones de Israel, suministrando armas y municiones, “Washington se ha convertido en un participante directo en el conflicto, al igual que en el caso de la situación en Ucrania; si cesa este apoyo, se detendrá el derramamiento de sangre”.
El ministro ruso enfatizó que Gaza está en ruinas y que se trata de la única zona de conflicto en el mundo en la que la gente ni siquiera tiene la posibilidad de huir.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos, reconoció la catastrófica situación humanitaria en Gaza, y señaló que los civiles palestinos viven un infierno repetido cuando huyen de un lugar a otro en busca de seguridad.
Linda Thomas-Greenfield lamentó el reciente ataque de Israel contra una escuela apoyada de UNRWA en Nuseirat, pero resaltó el trabajo de su país, Qatar, Egipto y otros socios en busca de un alto el fuego inmediato en Gaza, al igual que de la liberación de rehenes y la apertura para la entrada de ayuda humanitaria.
Recordó a los integrantes del Consejo que no es fácil garantizar la paz y que los avances “ciertamente no son tan rápidos como todos desearíamos. Lo vemos en las conversaciones en curso, pero somos persistentes”.
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