Un equipo de científicos del Reino Unido y Estados Unidos se ha centrado en analizar los vuelos de turismo espacial que desarrollan las empresas de multimillonarios como Jeff Bezos, Richard Branson y Elon Musk, y afirman que afectan la atmósfera y pueden resultar dañinos para la capa de ozono,
Para estudiar los efectos ecológicos de esta actividad, los expertos trabajaron mediante una computadora en un modelo de lanzamiento y regreso de naves espaciales, concluyendo que el hollín emitido por los cohetes es casi 500 veces más eficientes en retener calor en la atmósfera que partículas emitidas por otras fuentes de contaminación, especialmente por la altura donde son expulsadas.
En un comunicado del University College London citando a la coautora del estudio, Eloise Marais, se explica que “los lanzamientos de cohetes se comparan rutinariamente con las emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes del aire de la industria aeronáutica, y demostramos en nuestro trabajo que eso es erróneo".
Añade que "las partículas de hollín de los lanzamientos de cohetes tienen un efecto climático mucho mayor que los aviones y otras fuentes terrestres, por lo que no es necesario que haya tantos lanzamientos de cohetes como vuelos internacionales para tener un impacto similar".
Como se sabe, el turismo espacial es una actividad se lleva 3 años de desarrollo, y según los investigadores, en ese lapso ha duplicado la huella de la cosmonáutica en el calentamiento global, calculando que hace 10 años la industria aumentaba el calentamiento en 3,9 mW/m2 y ahora lo hace en 7,9 mW/m2.
Precisan que contribuyen a ese efecto tanto el queroseno utilizado por SpaceX como los combustibles de caucho sintético usado por Virgin Galactic.
Debido a la altitud en la que los cohetes emiten el hollín, se afecta gravemente a la capa de ozono en la estratosfera superior.
