Trump no entiende cómo los jueces no lo dejan hacer lo que quiere en asuntos migratorios

En medio de los dimes y diretes sobre su agresiva y veces ilegal política migratoria, el presidente convicto estadounidense, Donald Trump, dijo no entender cómo es que los tribunales cuestionan su autoridad en cuestiones de migración, luego de que un juez federal acusó a su Gobierno de desacatar una orden para frenar la deportación fe migrantes a una cárcel llamada El Salvador.

Durante un encuentro en la Casa Blanca con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el republicano afirmo que no entendía "cómo los jueces pueden quitarle esa autoridad a un presidente. Hemos hecho un trabajo alucinante», aseguró.

Trump alabó la labor de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el zar fronterizo, Tom Homan, y dijo que "nadie puede creer el trabajo que hemos hecho. Es mucho mejor de lo que prometimos".

El juez federal James Boasberg anunció el miércoles, el inició del proceso para declarar al Gobierno en desacato por ignorar una orden judicial suya y enviar a más de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, a la prisión de alta seguridad en El Salvador el pasado 15 de marzo con la complicidad del salvadoreño Nayub Bukele, que despacha como presidente del país centroamericano.

Trump argumentó una vez más que el gobierno de su predecesor, el demócrata Joe Biden, permitió la entrada descontrolada de "millones de personas" de los cuales muchos son "asesinos", como siempre, sin exhibir una sola prueba de ello.

El republicano incluso invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 utilizada solo en tiempos de guerra, para expulsar a cientos de venezolanos a los que acusa de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua.

Bajo esa ley, se registró un operativo que el pasado 15 de marzo envió al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador a 238 venezolanos y 23 salvadoreños acusados de terroristas y criminales sin que se dieran a conocer las pruebas de esto.

Después, las autoridades migratorias estadounidenses admitieron haber deportado por error al salvadoreño, Kilmar Ábrego García, residente en Maryland, casado con una estadounidense y al que un juez había prohibido devolver a su país.

El lunes, tanto Trump como el salvadoreño, Bukele, descartaron el retorno de Ábrego García a la Unión Americana, pese a que el Supremo estadounidense llamó a facilitar su regreso.

"No estoy involucrado en eso. Voy a responder diciendo; ‘hablen con los abogados del Departamento de Justicia’. He oído muchas cosas sobre él, y tendremos que averiguar cuál es la verdad", dijo Trump al ser cuestionado sobre Ábrego García, del que su Gobierno ha dicho que no tiene derecho a protección judicial por ser un pandillero, acusación que no ha probado ante ningún tribunal.

Mientras tanto, el senador demócrata Chris Van Hollen impedido de visitar a Ábrego García en la megacárcel Centro de Confinamiento del Terrorismo, luego de que lo deportaran desde Estados Unidos a El Salvador pese a tener un estatus legar en el país, pudo finalmente hacerlo.

Van Hollen acudió al penal en la localidad central de Tecoluca, a más de 75 kilómetros de la capital San Salvador, para intentar ingresar.