Luego de la insurrección protagonizada por los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro el pasado domingo, autoridades brasileñas desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad en la región central de Brasilia ante nuevas convocatorias a protestar parte de seguidores radicales del exmandatario ultraderechista.
Vehículos y agentes de la Fuerza Nacional fueron ubicados frente a los edificios del Congreso Nacional, el Tribunal Supremo y el Palacio presidencial del Planalto para evitar nuevos disturbios.
La Esplanada de los Ministerios que conecta con la plaza donde se encuentran los edificios sede de los 3 poderes, fue cerrada al tráfico de forma preventiva.
Seguidores de Bolsonaro habían circulado en redes sociales llamados a bloquear vías de comunicación y realizar una Manifestación Nacional para recuperar el poder, esta tarde en las principales ciudades de Brasil, incluida la capital.
Sin embargo, la movilización contra la democracia brasileña no se realizó.
La Unión Europea ha anunciado que efectuará una investigación para saber quién estuvo detrás de los graves incidentes del domingo pasado
foto. insurrección del 8 de enero
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