Según Atsushi Katsuki, director ejecutivo de la compañía nipona Asahi, un análisis hecho por la firma advierte que el calentamiento global reducirá el suministro de la cebada y la calidad del lúpulo en todo el mundo durante las próximas 3 décadas.
Se trata de insumos muy importantes que podrían derivar en la escasez de cerveza.
Entrevistado por el diario Financial Times, Katsuki habló del estudio en el cual se explica que la cosecha primaveral de cebada podría disminuir en Francia 18% para 2050, en un escenario de 4 grados de aumento de temperatura de la ONU, mientras la cosecha de Polonia caería en 15%.
Asimismo, la calidad del lúpulo, componente clave para la conservación y el sabor de la cerveza, disminuiría 25% en República Checa, uno de los mayores productores de lúpulo del mundo.
Asahi precisa que, en un escenario por debajo de un aumento de 2 grados, la cosecha francesa y polaca disminuirán 10% y 9%, respectivamente, mientras que la calidad del lúpulo en la República Checa descenderá 13%.
Katsuki dice que "aunque con un clima más cálido, el consumo de cerveza puede crecer y convertirse en una oportunidad para nosotros, el cambio climático tendrá un impacto grave".
El ejecutivo añade que "existe el riesgo de que no podamos producir suficiente cerveza".
Explica incluso que "no sólo estamos tomando nuestras propias acciones, sino que también debemos esforzarnos más, trabajando con otros miembros de la industria y de la sociedad en general para mitigar los riesgos del cambio climático".
Asahi, tiene entre sus marcas de cerveza a Peroni Nastro, Asahi Super Dry, y Pilsner Urquell, y se ha asociado con Microsoft junto con una empresa de tecnología agrícola para comenzar a rastrear el volumen y calidad de la cosecha en las granjas.
Está cervecera japonesa va también por un nuevo centro de adquisiciones global en Singapur, qñnismocque centralizará el abastecimiento de ingredientes clave para gestionar posibles interrupciones en la cadena de suministro.
Otras cervecerías están metiendo dinero en prácticas agrícolas para que sus suministros de cebada sean más resistentes a las crisis climáticas.
Anheuser-Busch InBev ha invertido en variedades de cebada resistentes a la sequía en África, mientras que Carlsberg pretende utilizar prácticas agrícolas totalmente regenerativas para 2040.
El mundo va encaminado a sufrir un aumento de la temperatura de hasta 2,6 °C, y lo volátil del clima ha interferido con los rendimientos de la cebada en los últimos años, lo que llevó a que los precios europeos de la malta y la cebada para malta alcanzaran niveles récord en 2022, lo que ejerció presión sobre el sector cervecero. (RT)
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