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  • Laura Meléndez

¿Te has preguntado por qué en la boda religiosa la novia va acompañada de damas?


El rito matrimonial está lleno de símbolos y tradiciones. Una de ellas es la corte nupcial, una de las más llamativas tradiciones de las bodas, el cual es un cortejo compuesto por un grupo pequeño de familiares y amigos íntimos de los novios que tienen el privilegio de acompañarlos en su camino al altar, y por ello tanto la conformación de la corte como su desempeño en la ceremonia deben sujetarse a ciertas normas de protocolo.


En la antigüedad, una novia no debía distinguirse de sus damas de honor. La joven que iba a casarse escogía a las muchachas que más se le parecían y todas vestían trajes iguales; esta similitud pretendía confundir a los malos espíritus que, celosos de la dicha ajena, tal vez intentaran obstaculizarla. En teoría, las damas brindan seguridad, y más si es difícil distinguir a una de otra, por eso la novia se rodeaba de chicas parecidas a ella.


En la antigua Roma, los matrimonios se llevaban a cabo en presencia de diez testigos y algunos historiadores han encontrado que la costumbre de tener madrinas y padrinos en las bodas proviene de aquellos tiempos. A veces, las damas y los padrinos estaban allí para defender a los prometidos de algún posible ataque. Hasta la Edad Media, no era raro que un pretendiente rival, acompañado de sus amigos, raptara a la novia durante la ceremonia de casamiento.


Hoy en día, las damas de honor son las hermanas, primas o amigas de la novia, quienes participan en la ceremonia y apoyan a la novia en todo momento de la organización de su matrimonio, acompañándola en todo el cortejo nupcial y la recepción de bodas. Son una especie de doncellas de la novia que no solo tienen la misión de arreglar el vestido de novia, sino de ayudarla a vestir y llevar la recepción de invitados en la Iglesia y banquete.


Para la elección de las damas de honor, lo habitual es hacerlo entre las hermanas o primas de la novia o, en su defecto, entre las amigas de la novia. Deben ser jóvenes, en edades similares a las de la susodicha, pero en el caso de que sea de una edad un poco más adulta, es mejor que su corte se componga por niñas de entre 9 y 12 años de edad.


La dama de honor principal, también conocida como la Dama de Amor, usualmente asume el rol de madrina o testigo del matrimonio para ser un apoyo importante durante todo el proceso de organización de la boda. Elige alguien que sepas que mantendrá́ la calma, y que será capaz de tranquilizarte si los nervios se apoderan de ti


Una dama de honor puede adivinar lo que el destino le depara si observa ciertas señales: un tropezón en el camino al altar disminuye sus posibilidades de contraer matrimonio, y si es dama tres veces, quiere decir que se quedará soltera.


El número tres se relaciona con la buena o la mala suerte. Para una dama de honor, esa cifra presagia enfermedades, a menos que vuelva a ser dama en otras cuatro bodas. El número siete, el de los días de la semana, es de buena suerte, pues está unido a las fases de la Luna. Si una dama experimenta siete veces cualquier cambio, entonces tendrá buena suerte.


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