Pocos materiales producen luz pero muchos reflejan parte de la que incide sobre ellos. Cuando tú observas un objeto, lo que ves en realidad es la luz que refleja su superficie y que brinda a tus ojos la información acerca del color del objeto, su forma, textura y otras características visuales.
Bajo el microscopio muchas superficies, no importa cuán planas parezcan, aparecen rugosas, compuestas por muchas formas complejas dispuestas al azar. Este desorden de diminutas superficies reflejantes esparce al azar la luz, ya que la superficie reflejante de muchos objetos es demasiado dispareja para permitirle ver una imagen reflejada de la fuente de luz.
Un espejo es una superficie pulida en la que al incidir la luz, se refleja siguiendo las leyes de la reflexión de la luz, la cual ocurre cuando los rayos que inciden en una superficie chocan en ella, se desvían y regresan al medio que salieron formando un ángulo igual al de la luz incidente, muy distinta a la refracción.
Es el cambio de dirección, en el mismo medio, que experimenta un rayo luminoso al incidir oblicuamente sobre una superficie. Para este caso las leyes de la reflexión son: 1. El rayo incidente, el rayo reflejado y la normal, se encuentran en un mismo plano, y 2. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.
En este último, un haz de luz paralelo puede producir una imagen virtual de un objeto con el mismo tamaño y forma que el real. El resultado es una imagen que resulta derecha pero invertida en el eje normal al espejo.
También existen espejos curvos que pueden ser cóncavos o convexos: En el primero los rayos paralelos al eje del espejo se reflejan pasando por el foco, mientras que los que inciden pasando por el foco se reflejan paralelos al eje. Los espejos son objetos que reflejan casi toda la luz que choca contra su superficie, por lo que así podemos observar nuestra imagen en ellos.
Los espejos planos tienen una superficie pulida y son capaces de reflejar la luz de manera tan uniforme que conserva sus características, permitiendo ver una imagen clara, sin distorsiones, pero si es curva, la claridad de la imagen se conserva pero su forma cambia ya que la luz incide en él y se refleja de una superficie con el mismo ángulo respecto a la perpendicular. Sobre una superficie curva, el ángulo entre los rayos luminosos y la perpendicular varía de un lugar a otro por lo cual la imagen se distorsiona.
Ahora bien, si observas muchos espejos verás dos reflejos de una imagen, una definida y otra difusa, gracias a que la reflexión mayor proviene de un recubrimiento de metal plateado al reverso del vidrio, el difuso de la superficie frontal del mismo y dicho recubrimiento refleja la mayor parte de la luz que incide sobre él.
Otro tipo de recubrimientos absorben algunos rayos de la luz para impartir al espejo un matiz dorado o de cualquier otro color.
En la mitología y la superstición el espejo ocupa un lugar importante, esto porque hay quien cree que si rompe un espejo tiene siete años de mala suerte, o como ocurre con los vampiros, cuya imagen no se refleja porque son demonios.
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