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  • Laura Meléndez

¿Te has preguntado alguna vez de qué se alimentan los hongos?


En biología, el término fungi se aplica a un grupo de organismos eucariotas entre los que se encuentran los mohos, las levaduras y las setas, hongos para el dominio popular, los cuales se clasifican en un reino distinto al de las plantas, animales y protistas.


Esta diferenciación se debe a que tienen paredes celulares compuestas por quitina, un polisacárido compuesto de unidades de N-acetilglucosamina, a diferencia de las plantas, que contienen celulosa. Los hongos se encuentran en hábitats muy diversos, mientras que según su ecología, se pueden clasificar en cuatro grupos: saprofitos, liquenizados, micorrizógenos y parásitos


Incapaces de producir su propio alimento, los hongos toman sus elementos nutritivos de los cuerpos de otras plantas y animales, ya sean vivos o muertos. Miles de enfermedades de las plantas son causadas por hongos parásitos que atacan a los vegetales vivos. Una clase de hongo, que es incluso predatoria, enreda a los microscópicos gusanos nemátodos en prolongaciones curvas de sus hifas y absorbe sus tejidos.


Otros hongos viven en estrecha asociación con las raíces de pinos, orquídeas y otros tipos de plantas. Las hifas crecen alrededor de las puntas de las raíces y a veces incluso penetran en ellas. Esta íntima combinación de raíces y micelio se denomina micorriza, palabra que significa raíz de hongo. En este caso no se trata de parasitismo, sino de simbiosis, pues la relación es mutuamente beneficiosa: los hongos suministran a las raíces agua y elementos nutritivos y, a cambio, reciben alimento elaborado.


Sin embargo, la mayoría de los hongos viven sobre los restos de plantas y animales y se nutren de ellos. Sus hifas penetran en el tejido muerto y aceleran su desintegración y putrefacción. Verdaderamente, los hongos resultan inapreciables por su participación en el proceso de descomposición de la materia orgánica.


Muchos hongos se han considerado deliciosos manjares desde la antigüedad, pero también desde entonces se sabe que otros muchos son venenosos. Algunas de las especies tóxicas producen sólo una ligera indisposición; otras son letales. Incluso los hay que son venenosos para una persona y no para otra, o que llegan a causar daño sólo cuando se ingieren en gran cantidad. También hay hongos alucinógenos que causan graves alteraciones en la percepción sensorial.


Desgraciadamente, no existe un procedimiento fácil para de terminar si un hongo es venenoso. Algunas de las especies comestibles se reconocen con bastante facilidad, pero otras son tan semejantes a las variedades tóxicas que sólo las pueden distinguir los especialistas con muchos años de práctica. Para el común de la gente, la forma más segura de disfrutar de las setas es consumir tan sólo las que se cultivan comercialmente y se venden en los mercados, como es el caso del champiñón.


Sin embargo, tienen una gran importancia económica: las levaduras son las responsables de la fermentación de la cerveza y el pan, y se da la recolección y el cultivo de setas como las trufas. Desde 1940 se han empleado para producir industrialmente antibióticos, así como enzimas, a la vez que algunas especies son agentes de biocontrol de plagas.


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