Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que se estima permanecen atrapadas entre los escombros en la zona afectada por el par de terremotos que sacudieron el sureste de Turquía y norte de Siria el pasado lunes
La cifra dramática de muertes no deja de aumentar y a 4 días del las letales sacudidas, han sido recuperados más de 17 mil cadáveres en territorio turco y más de 3 mil en suelo sirio.
Así, el número de fallecidos en los 2 sismos supera los 20 mil, según balances oficiales.
El organismo de rescate turco AFAD, blanco de varias críticas por su actuación en el desastre, da cuenta de 17 mil 134 cadáveres recuperados hasta la noche del jueves.
En Siria, el conteo de víctimas mortales ascendía a 3.162, de acuerdo con un recuento oficial.
Mientras tanto, el mal tiempo, el avance de las horas y hasta cierta descoordinación de los miles de rescatistas ante la magnitud de la tragedia, complica cada vez más la posibilidad de encontrar sobrevivientes debajo de los escombros
Los esfuerzos por ubicar signos de vida entre toneladas de concreto se van desvaneciendo, y a ello se suma lo que viene tras la remoción total de escombros y que pare el conteo de muertes.
Cientos de miles de damnificados, millares de viviendas perdidas, servicios afectados, la dura reconstrucción, y miles de millones de dólares en financiamiento para levantar lo que se cayó, lo que se destruyó, lo que se perdió, independientemente de los miles de fallecidos
Según la Organización Mundial de la Salud, que teme una grave crisis sanitaria con enfermedades como cólera, unos 23 millones de personas están "potencialmente en riesgo, incluidos unos 5 millones de personas vulnerables".
MIentras tanto, Siria trata de lidiar con su desastre en condiciones aún más duras por más de una década de guerra, y el noroeste del país controlado por los rebeldes, recibió el primer convoy de ayuda internacional apenas el jueves, a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, único autorizado para los envíos desde Turquía.
El Secretario General de la ONU informó que llegó el primer convoy de Naciones Unidas al norte de Siria, con suministros de primera necesidad para la población afectada por el terremoto. António Guterres enfatizó en Nueva York la necesidad de aumentar los recursos para mantener el flujo de ayuda a las víctimas del desastre en ambos países. Guterres recordó la generosidad de Turquía, que ha acogido a unos 3,6 millones de sirios durante más de una década y señaló que ahora muchos de ellos también son víctimas del siniestro. En cuanto a Siria, afirmó que el terremoto se produjo cuando la crisis humanitaria se agudizaba en el noroeste del país, con las mayores carencias desde el inicio del conflicto. El titular de la ONU indicó que el coordinador de Ayuda Humanitaria, Martin Griffiths, se encuentra en Turquía para visitar las zonas afectadas en los dos países y evaluar cómo se puede escalar la asistencia.
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