El desastre en Juárez que cobró la vida de 38 migrantes en el incendio de la Estación Migratoria en la que estaban recluidos, ha provocado que ONG y defensores de derechos humanos no solo lamentaran lo ocurrido con los indocumentados, sino que buscan responsables y apuntan al gobierno como responsable de las muertes.
Un video difundido en las redes sociales muestra el momento en el que 2 guardias están caminando de un lado a otro de una estancia, mientras del otro lado de una reja, varios detenidos intentan salir de una zona que se haciendo presa de las llamas. Ambos salieron del lugar sin ayudar a los migrantes, y las imágenes han desatado toda serie de comentarios, pero no se presentan los de los partidos políticos porque sus comentarios tienen otro tipo de interés.
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas dió en un comunicado que las instalaciones estaban custodiadas por autoridades migratorias por lo que pidieron se realice "una investigación exhaustiva que deduzca responsabilidades".
Tyler Mattiace, investigador de Human Rights Watch México, dijo a la agencia EFE que "es muy difícil explicar cómo mueren 39 personas en un incendio en un centro de detención migratoria sin que haya una gran negligencia criminal por parte de las autoridades mexicanas".
Para el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, en su cuenta de Twitter, "las personas migrantes estaba privadas de su libertad por autoridades y por tanto el Estado es garante de su vida. Esto no se diluye señalando que estaban 'retenidos' en un 'área de aseguramiento temporal' ni insistiendo en que 'protestaban'".
La Compañía de Jesús en México se solidarizó y abraza el dolor de las familias de las personas fallecidas y heridas durante el incendio que sucedió en la estancia provisional del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En un mensaje, hizo un llamado a las autoridades responsables para garantizar un trato humanitario para todas las personas migrantes afectadas, así como un trato digno, garantizando sus derechos humanos y atención consular en todo momento.
Más aún, instó a que se realice una investigación diligente en cuanto a las condiciones en las que se encontraban las personas migrantes cuando ocurrió el incendio.
Dice la Compañía de Jesús que tragedias como esta nos recuerdan la necesidad apremiante de rechazar la criminalización y la importancia de caminar con las personas excluidas y descartadas del mundo, pues desde nuestra fe somos llamados a promover dondequiera que sea, una más generosa cultura de la hospitalidad.
A su vez, la Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su "profundo dolor" por el incendio en las instalaciones de la Estancia Provisional del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, y señaló que esta situación no es ajena y preocupa, pues no se trata de casos aislados y guardan estrecha relación con lo sucedido en 2020 cuando una persona de Guatemala perdió la vida en la Estación Migratoria de Tenosique, Tabasco, así como los hechos en la Estación de Piedras Negras, Coahuila en 2022.
Asegura también que el hacinamiento, la sobrepoblación y las condiciones infrahumanas a las que son sometidas las personas en contexto de movilidad, son causa de las numerosas detenciones que realiza el Instituto Nacional de Migración, como resultado de políticas migratorias de contención enfocadas en la seguridad nacional, mas no en la protección de los derechos humanos de las personas migrantes.
Finalmente, los obispos de México hicieron un atento llamado a las autoridades de todos los niveles, a no criminalizar a las personas migrantes.
No son “albergues”, son Estaciones Migratorias que en realidad operan como prisiones y como castigo ante la migración irregular. añade el episcopado
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