La clase política mexicana sigue demostrando que no está a la altura de las necesidades del país, y de nueva cuenta fue filtrada una conversación, en la que de una vez más fue grabado el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
La Fiscalía ha dicho se inmediato que abrirá una investigación para saber quien está grabando al titular de la dependencia, y quien está filtrando los contenidos.
En esta ocasión, Gertz Manero habla con Emilio Lozoya Thalmann, quien hace varias décadas fue integrante del gabinete de Miguel de la Madrid, y es padre de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, preso, y sometido a juicio por sus malos manejos al frente de la paraestatal y por sus implicaciones en el caso Odebrecht.
México es el único país de los que forman parte del entramado de la constructora brasileña, en el que no hay un solo funcionario juzgado y condenado, y por lo que contiene la conversación entre Lozoya Thalmann y Gertz Manero, no hay explicación alguna a por qué el Fiscal le sugiere al padre de un exfuncionario sometido a juicio, que cambien al abogado defensor.
En la grabación, se escucha al Fiscal reclamar al exfuncionario priista el que hubiesen tramitado un amparo contra las imputaciones de la Fiscalía, a lo que el padre de Emilio Lozoya ofrece disculpas y asegura que dicho amparo no fue autorizado por la familia.
Alterado, Gertz advierte a Lozoya Thalmann que no acepta dobles lenguajes, y se refiere al abogado de Emilio como “ese pinche bandido del abogadete ese”. Se intuye que en ese momento el abogado sería Javier Coello Trejo, ya que el actual representante legal de los Lozoya es Miguel Ontiveros.
La respuesta del padre del exdirector de Pemex es asegurarle al Fiscal que va a meter orden, al tiempo que le agradece, y que trabajan “sobre la orientación que nos indicaste”. Por lo que cabría la pregunta de por qué quien funge como abogado de la nación da indicaciones al padre de un sujeto encarcelado por daño patrimonial al país.
Más aún, en la grabación, Gertz Manero reitera la exigencia de que se desista el amparo, y advierte a Lozoya Thalmann que “ya no metas a ese cabrón por favor enfrente, porque las cosas las va a echar a perder: búscate una gente decente que te defienda”.
Una segunda grabación implica de nuevo a Lozoya Thalmann, pero en un asunto aparentemente relacionado con los momentos ya lejanos en los que se tramitaba la extradición a México de su esposa, Gilda Austin, quien había sido detenida en Alemania.
