
Conforme se alejan los resabios del huracán Otis de Acapulco, se van apreciando los daños materiales en la zona hotelera del puerto turístico.
Al menos en lo que es más visible de Acapulco, que es la parte turística, motor económico de Guerrero, las afectaciones son evidentes y muy importantes.
El camellón que divide la zona de hoteles y playa con el resto del puerto está prácticamente destrozado.
De un lado de la costera Miguel Alemán, los daños en buena parte de los negocios entre restaurantes y tiendas de autoservicio es evidente, con las fachadas en algunos casos semi derruidas, en tanto que del lado de los hoteles y la playa, hay edificaciones que parecen gigantescos cascarones debido a que el huracán destrozó ventanas y parte del lobby de los establecimientos.
Aún no hay repprte de víctimas tras el terrorífico paso del meteoro.
Por otra parte y en un comunicado, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico informa que el huracán Otis entró por la costa de Guerrero con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, situación que impide la comunicación de 27 sensores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano SASMEX.

Esto, en la región del océano Pacífico de las costas de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
Precisa que, si bien las brigadas de ingenieros de CIRES, A. C., están listas para realizar el trabajo de recuperación en los sitios de comunicaciones del SASMEX, se tiene conocimiento de daños en algunos caminos principales en la región por vía terrestre.
Esto implica que la dependencia estima que tomará mayor tiempo del normal en llegar a atender los daños.
Señala que se contempla pedir apoyo tanto a la autoridad de protección civil federal como local, para restaurar con la rapidez posible el servicio de manera integral en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan.
Finalmente, advierte que, en caso de que ocurriera un sismo fuerte, próximo a los sensores afectados, no se podrá emitir un aviso de alerta sísmica.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes informa que ante la entrada del huracán “Otis” dispuso desde la noche del martes en Guerrero una brigada de más de 900 trabajadores, 60 vehículos y más de 200 equipos de maquinaria pesada, para los puntos donde se presentaron mayores afectaciones en la infraestructura carretera.

Asimismo, la dependencia federal registra, además del bloqueo en el kilómetro 360 de la autopista México- Acapulco.
También se registró el desbordamiento del Río Papagayo en el kilómetro 71+100 tramo Chilpancingo-Acapulco de la carretera federal libre de peaje, por lo que se cerró la circulación en su totalidad.
Se reporta caída de rocas en la Ruta 95, carretera Chilpancingo-Acapulco, Km. 56+300 lado derecho, 57+300 lado izquierdo y 58+100 lado derecho. Los municipios afectados son Chilpancingo y Tierra Colorada.
La SICT se mantendrá atenta al desarrollo del fenómeno natural, a fin de implementar medidas preventivas para salvaguardar la seguridad de la población y agilizar el paso libre por las vialidades de la entidad.
En un comunicado de solidaridad ante los desastres provocados por las tormentas tropicales y huracanes, la Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su cercanía y solidaridad con personas y comunidades afectadas, especialmente con los hermanos de las diócesis de Acapulco, Tlapa y Chilpancingo-Chilapa en el estado de Guerrero y el sur del estado de Oaxaca.
La CEM aludió tanto a la tormenta Norma que impactó Baja California, como la tormenta Lidia tocó tierra en Jalisco, y ahora Otis en Guerrero.
Sostiene que se son conscientes del dolor y la angustia que embarga a miles de familias que han perdido hogares, bienes y medios de vida en estas zonas de desastre, duele cada vida humana perdida, y llaman a brindar ayuda generosa a los damnificados, especialmente a los más pobres y vulnerables.
La iglesia católica mexicana insta a que nadie se quede indiferente ante el sufrimiento de los demás, y llaman a las autoridades de los distintos órdenes de gobierno a redoblar y coordinar esfuerzos para apoyar a las víctimas, garantizando su seguridad y abastecimiento de alimentos, agua, medicamentos y alojamiento temporal.
Tambien urgen a la reconstrucción de viviendas e infraestructura pública, y añaden que, desde las diócesis y parroquias se brindará acompañamiento espiritual y material en la medida de sus posibilidades.
Ante el desastre provocado por el huracán Otis en Acapulco y varias poblaciones más del estado de Guerrero, la Universidad Nacional Autónoma de México instalará un Centro de Acopio y Ayuda para los damnificados, junto a las astas bandera del Estadio Olímpico Universitario.
El Centro de Acopio abrirá mañana jueves 26 de octubre, al mediodía. Se sugiere a la población apoyar con agua embotellada, alimentos enlatados, cobijas, insumos para primeros auxilios, objetos para higiene personal, ropa en buen estado, toallas femeninas, pañales.
Además, herramienta de mano para la remoción de desechos y escombros, como carretillas, barretas, palas y picos.
Del interior del estado de Guerrero los reportes fluyen con lentitud y se sabrá el tamaño del desastre provocado por Otis en las próximas horas.
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