En un salón de sesiones con grandes huecos debido al retiro de un número importante de dirigentes y diplomáticos de otros países, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, pronunció este viernes un discurso en el marco de la sesión 79 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Expuso que "la maldición del 7 de octubre comenzó cuando Hamás invadió Israel desde Gaza, pero no terminó ahí. Israel pronto se vio obligado a defenderse en 6 frentes de guerra más, impulsados por Irán", y refirió que "el 8 de octubre, Hezbolá nos atacó desde el Líbano. Desde aquel entonces, lanzaron más de 8 mil cohetes contra nuestras localidades y ciudades, contra nuestros civiles y nuestros niños".
Sin aludir a los más de 40 mil muertos palestinos incluidos miles de mujeres y niños que ha dejado su ofensiva en Gaza, el dirigente judío aseguró que no pensaba acudir a la Asamblea General este año porque su país está en guerra luchando por su vida", pero que al escuchar "las mentiras y calumnias vertidas contra mi país por muchos de los oradores en este podio, decidí venir aquí y dejar las cosas claras".
Según Netanyahu, quien para algunos analistas extiende esa guerra porque en cuanto acabe le esperan juicios por corrupción en su país, el Gobierno pensó que estaba "más cerca que nunca" de un acuerdo de normalización de relaciones con Arabia Saudita, hasta que "llegó la maldición del 7 de octubre", con "miles de terroristas de Hamás apoyados por Irán" irrumpiendo en Israel desde la Franja de Gaza para cometer atrocidades.
Dijo que "la guerra puede llegar a su fin ahora. Todo lo que tiene que pasar es que Hamás se rinda, deponga las armas y libere a todos los rehenes. Pero no lo hacen", por lo que las fuerzas israelíes van a luchar hasta la "victoria total".
Pese a que con sus acciones refleja lo contrario, aseguró que Israel no busca "reasentar" el enclave palestino, y que están dispuestos a "trabajar con los socios regionales y otros para apoyar una administración civil local en Gaza, comprometida con una coexistencia pacífica", lo que sería posible cuando la Franja quede "desmilitarizada y desradicalizada".
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De igual manera, advirtió al gobierno Irán que "si nos atacan, los atacaremos", asegurando que "no hay ningún lugar en Irán donde el largo brazo de Israel no pueda llegar. Y esto aplica para Oriente Medio entero"
“Israel tiene todo el derecho de eliminar esta amenaza y permitir que sus ciudadanos regresen a salvo a sus hogares. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo, indico el dirigente hebreo, al tiempo que sostuvo que "seguiremos degradando a Hezbollah hasta que todos nuestros objetivos se hayan cumplido”.
Buena parte de las delegaciones diplomáticas salió del salón durante la alocución del primer ministro israelí, en la Asamblea General, y las imágenes subidas a redes sociales muestran
Un número importante de asientos vacíos y personas dirigiéndose a las salidas. También hubo diplomáticos que se quedaron en sus asientos y aplaudieron la presencia del lider israelí.
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