El estallido social iniciado el pasado 13 de junio en Ecuador cuando comenzó un paro nacional indefinido convocado por comunidades indígenas y al cual se sumaron otros grupos sociales, mantiene el estado de tensión en el país sudamericano, y los choques entre los inconformes y fuerzas de seguridad del gobierno.
Autoridades ecuatorianas confirmaron que los 18 policías desaparecidos la noche del martes en las protestas que estallaron en la ciudad de Puyo, han sido localizados y se encuentran en buen estado de salud.
Los agentes desaparecieron luego de la muerte de un dirigente indígena en las protestas en Puyo, en el marco del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
La Alianza por los Derechos Humanos de Ecuador, dijo que la muerte del dirigente fue producto de “una bomba lacrimógena en su cabeza"; pero para la Policía “falleció a consecuencia de la manipulación de un artefacto explosivo".
Reportes oficiales dan cuenta de 114 agentes heridos y varios vehículos destruidos en 10 días de protestas contra el Gobierno de Guillermo Lasso, cuyas movilizaciones y bloqueos dejan hasta ahora un saldo de 3 muertos y al menos 80 detenidos.
El paro comenzó luego de meses de conversaciones entre el Gobierno y los inconformes, en donde no se han podido procesar sus demandas de reducción del precio de los combustibles, renegociación de deudas de las familias, precios justos y mejoras en empleo, salud y educación.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que durante las movilizaciones, se ha registrado un uso excesivo de la fuerza, así como detenciones arbitrarias, entre otros abusos de las fuerzas de orden público.
