Santa María la Mayor : Francisco la visitó 126 veces
- bambarito59
- 25 abr
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Actualizado: 25 abr

Como indicaba en su testamento, Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, eligió como lugar de descanso eterno la Basílica de Santa María la Mayor, construida según la tradición en el siglo IV, durante el pontificado de Liberio.
Dice la historia que, en un sueño, la Madre de Dios le había pedido que construyera una iglesia en un lugar marcado por un acontecimiento prodigioso, y la mañana del 5 de agosto de 358, en pleno verano, una nevada blanqueó la colina del Esquilino, marcando el perímetro del lugar de culto.
Ante periodistas, el cardenal Makrickas, arcipreste coadjutor de Santa María la Mayor, explica por qué Francisco eligió ser enterrado en esa basílica: una indicación inspirada en la Madre de Dios.
El fallecido pontífice acudió infinidad de ocasiones a la Salus Populi Romani en 12 años de Pontificado, siendo la primera ocasión el 14 de marzo de 2013, al día siguiente de su elección como el Sucesor de Pedro número 164.
Su última visita se produjoel pasado 12 de abril, en vísperas de Semana Santa; en el medio, los innumerables homenajes antes y después de cada viaje apostólico y los 4 ingresos en el Hospital «Gemelli», (en 2021, par de veces en 2023 y los 38 días del 14 de febrero al 23 de marzo de este año).
En total, hizo 126 visitas a Santa María en su pontificado.
El mismo icono mariano que el Pontífice quiso tener a su lado en el parvis de San Pedro el 27 de marzo de 2020, durante la Statio Orbis presidida con motivo de la pandemia de Covid-19.
Asi a los pies de la Virgen, vuelve el papa este sábado en ese templo que es el más pequeño de las 4 basílicas papales, el único dedicado a la Virgen, el único que nunca ha sido destruido y el más antiguo dedicado a ella en Occidente cristiano.
El Pontífice había explicado desde el principio que no quería ser enterrado dentro de la capilla paulina, que alberga el icono de la Salus, «porque los fieles que vienen aquí deben rezar al Señor, venerar a la Virgen, no mirar la tumba de un Papa», dijo. Por esta razón, la tumba se preparó en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, una de las primeras construidas en la basílica.
«Este lugar también parecía más adecuado por otra razón -continuó el cardenal Makrickas-, porque el altar de San Francisco está al lado. Así, el lugar parecía realmente perfecto».
Cualquier persona podrs visitar el sepulcro, algo impensable si sus restos hubieran ido a parar a las grutas vaticanas. Francisco seguirá teniendo contacto con los fieles.
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