Este viernes tocó el turno a Israel de exponer su postura ante la Corte de Justicia Internacional sobre la acusación presentada en su contra por Sudáfrica por el presunto delito de genocidio en Gaza, y rechazó la denuncia al asegurar que los representantes del país africano distorsionan los hechos.
En su exposición, el consejero legal del Ministerio de Exteriores israelí, Tal Becker, dijo que Sudáfrica presentó el jueves "un cuadro fáctico y legal profundamente distorsionado", y que "la totalidad de su caso depende de una descripción deliberadamente arreglada, descontextualizada y manipuladora de la realidad".
En el segundo día de audiencias, dedicado a la presentación de los argumentos de defensa de Israel, el representante judío dijo que "si hubo actos de genocidio, han sido perpetrados contra Israel", por la masacre, mutilación, violación y secuestro a gran escala" perpetrada por el movimiento Hamás el 7 de octubre.
Becker no dijo nada de los miles de niños y mujeres asesinados en la ofensiva militar de Israel, ni en el bloqueo al envío de alimentos, agua y medicamentos a gaza, ni del bombardeo de hospitales, campos de refugiados y viviendas en el enclave palestino.
En su alegato, el consejero legal presentó una grabación hecha el 7 de octubre en un kibutz israelí, en la que un militante de Hamás se jacta de haber matado judíos, así como una entrevista con un funcionario de ese movimiento, Ghazi Hamad, prometiendo lanzar "un segundo, un tercero, un cuarto" ataque hasta que Israel sea "aniquilado".
Becker expuso que Israel tiene "el derecho inherente a tomar todas las medidas legítimas para defender a sus ciudadanos y asegurar la liberación de los rehenes".
De igual manera, calificó el pedido sudafricano de suspender la operación militar ecomo "un intento de denegarle a Israel la capacidad de cumplir con sus obligaciones de defender a sus ciudadanos, a los rehenes y a más de 110 mil israelíes desplazados internamente que no pueden regresar de forma segura a sus hogares".
Describió a Hamás como "una organización que ha violado todos los armisticios anteriores, usándolos para rearmarse y planear nuevas atrocidades", al tiempo que sugirió a Sudáfrica aprovechar su relación con el movimiento islamista para asegurar que "ponga fin a su campaña de terror genocida y libere a los rehenes".
Más aún, advirtió de que “la imagen que mostró Sudáfrica sobre la guerra en Gaza consiste en “varios incidentes individuales” que “no son pruebas de la intención de toda la operación militar como un todo”, en rechazo a la acusación de “genocidio” presentada ayer por el equipo de Sudáfrica.
Finalmente, llamó a la Corte Internacional de Justicia a tener en cuenta para su veredicto que Israel “se compromete a cumplir el derecho internacional humanitario” y “está tomando medidas para aliviar la situación humanitaria” en Gaza. El problema es que ya son más de 23 mil palestinos muertos y la población de Gaza muere por los ataques militares, la falta de medicinas y la carencia de alimentos.
Sudáfrica sostiene que la actuación de Israel en Gaza viola la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio y pide medidas provisionales para que cese la guerra.
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