El Departamento de Vínculos Eclesiásticos Exteriores del Patriarcado de Moscú ya respondió a las afirmaciones hechas por el papa Francisco en entrevista con una publicación italiana, y afirma que el pontífice interpretó incorrectamente los detalles de su conversación con el patriarca Kiril, líder religioso de Rusia.
El obispo de Roma hizo referencia en una entrevista el 3 de mayo con el periódico Corriere della Sera, a una reunión virtual sostenida con el patriarca Kiril en marzo pasado, y aseguró que Kiril, "con un papel en mano leyó las justificaciones" de la invasión rusa en Ucrania.
De acuerdo con la oficina del patriarcado moscovita, Kiril sostuvo el 16 de marzo negociaciones telemáticas con el papa Francisco y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, donde se debatieron los problemas de la ayuda a los refugiados y el derecho de cada persona a profesar su fe y usar su lengua natal sin sufrir persecuciones, así como el papel de los cristianos en la búsqueda de la paz para Ucrania.
Dice el Patriarcado de Moscú que “es de lamentar que pasados un mes y medio desde la conversación sostenida con el patriarca Kiril, el pontífice Francisco haya usado un tono incorrecto para referir su contenido. Tales palabras difícilmente pueden contribuir a establecer un diálogo constructivo entre la Iglesia católica romana y la Iglesia ortodoxa rusa".
Menciona que Kiril refirió que el conflicto empezó en 2014 con los acontecimientos en Kiev, resultado de lo cual, se cambió el poder en Ucrania, y se dedicó especial atención a los sucesos en Odesa y sus consecuencias, señalando que "la horrorosa lección de Odesa despertó en los habitantes del sureste de Ucrania la decisión de defender sus derechos".
El patriarca propuso estudiar cómo las Iglesias podrían influir sobre el desarrollo de la situación, contribuir al fortalecimiento de la paz y ayudar a evitar la escalada. Según el patriarcado de Moscú, Francisco no hizo una lectura adecuada de dicha postura.
Mientras tanto, el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, y el coronel Azatbet Omurbekov, conocido como el 'carnicero de Bucha' por su presunta participación en las matanzas de civiles en esta ciudad ucraniana figuran en la nueva propuesta de sanciones de la Comisión Europea.
Los Estados miembros analizan esta propuesta, que incluye un embargo progresivo al petróleo ruso y una lista de militares presuntamente involucrados en las matanzas de Bucha y en el asedio a Mariúpol.
El patriarca ruso, cuyo nombre completo es Vladimir Mikhailovich Gundyayev, ha sido aliado de Putin y habría respaldado la invasión rusa a Ucrania durante un sermón en Moscú donde bendijo la "operación especial para el mantenimiento de la paz rusa" y a los soldados que habían ido a luchar a Ucrania.
En el pasado también había descrito la elección de Putin en 2012 como un "milagro de Dios" y al propio mandatario como "el único defensor del cristianismo en el mundo".
Las sanciones -que la Unión Europea no ha aprobado aún, a la espera de que los Estados miembros den su visto bueno- afectarían también a familiares de Dmitriy Peskov, en concreto, a la mujer de Peskov, Tatiana Aleksandrovna, a la hija, Elizaveta Dmitrievna Peskova, y al hijo, Nikolay Dmitriyevich Peskov.
