¿Qué sabe usted de la amnesia glútea?

El diario estadounidense The New York Times asegura en un artículo, que el modo de vida sedentario puede provocar una enfermedad potencialmente debilitante llamada amnesia glútea, o dicho de otra forma, "síndrome del trasero muerto".

Para Jane Konidis, especialista en Medicina Física y Rehabilitación de la Clínica Mayo en Rochester, Estados Unidos, "el nombre suena tonto, pero los efectos secundarios son graves".

De acuerdo con la clínica canadiense de medicina deportiva multidisciplinaria Rebalance Sports Medicine, la amnesia de los glúteos se produce cuando no se pueden activar y ejercitar los músculos de los glúteos.

Se trata de un verdadero problema, ya que los glúteos son uno de los músculos más grandes y fuertes del cuerpo y dependemos de ellos para muchos movimientos, como caminar o correr, pero también para ayudar a mantener la pelvis y las piernas alineadas.

Así, y por si usted no lo savia, cuando los glúteos no se ejercitan bien, se puede provocar dolor de espalda o de rodilla y distensiones musculares.

Chris Kolba, fisioterapeuta del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, afirma que para saber si una persona padece este síndrome, hay un método.

Explica que "la prueba más sencilla es ponerse de pie sobre una pierna y dejar colgar la otra. El glúteo del lado que cuelga se sentirá blando. Ahora pon peso en esa pierna y aprieta fuerte el trasero. Sentirá que el músculo se reafirma sutilmente. Si el glúteo es débil, es posible que tenga que apretarlo varias veces antes de notarlo".

Kolba apunta que un retraso en las neuronas que indican a los glúteos que se activen al dar un paso puede ser provocado por repetidas jornadas laborales de escritorio de 8 horas, y subrayó también que, si una persona permanece sentada más de ,2 o 3horas seguidas, es probable que haya experimentado cierto grado de la dolencia.

Sugirió, en cuanto al tratamiento del síndrome, hacer fisioterapia y ejercicio físico regular y además de que podría ayudar levantarse cada 30 o 50 minutos y golpearse suavemente las nalgas con la punta de los dedos.

"Ese pequeño estímulo recuerda al cerebro que esos músculos están ahí", añadió Kolba