El nuevo Gobierno del movimiento talibán en Afganistán sigue generando dudas entre la comunidad internacional por el sentido de sus primeras decisiones, y esta vez, ha prohibido organizar acciones de protesta en todo el país, si antes no son coordinadas previamente con la autoridad.
De acuerdo con el Ministerio del Interior afgano citado por la agencia Pajhwok, “los que protestan sin tener la respectiva autorización, asumirán la responsabilidad por probables consecuencias".
Asimismo, el nuevo gobierno afgano aclara que las manifestaciones pueden celebrarse solo tras obtener una autorización de los ministerios de Justicia y del Interior, cosa que condiciona de entrada el motivo de alguna movilización.
Los militantes del movimiento talibán tomaron el control de buena parte de Afganistán en solo 8 días durante los primeros días de agosto, y el día 15 de ese mes entraron en Kabul para tomar el mando del gobierno.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país y para el 16 de agosto los talibanes declararon terminada la guerra, anunciando que la forma de gobierno del país se definirá próximamente.
Como consecuencia de todo esto, el Pentágono dio por concluidas el 31 de agosto tanto su misión de 2 décadas en Afganistán como la retirada de las tropas de Estados Unidos.
