La pandemia vive en nuestra memoria colectiva y durante la historia de la humanidad se han dado decenas de éstas.
¿Podría ser que la próxima pandemia la desate un hongo y no un virus o una bacteria?
Para el 2050 la OMS predice que las muertes por patógenos resistentes a los antimicrobianos, incluidos los hongos, serán una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
El Dr. Leftherios Mykonalis, jefe del Departamento de Medicina e Infectólogo del Hospital Houston Methodist, afirma que "hace miles de años, los hongos vivían en plantas, árboles y flores, y de ellos se alimentaban. A cambio, los hongos permitieron a las plantas compartir la nutrición con sus vecinos y los hicieron más resistentes a los patógenos transmitidos por el suelo. Cuando los insectos se volvieron omnipresentes, los hongos que sobrevivieron se adaptaron a vivir sobre o dentro de los insectos”
"Para estudiar la patogénesis de los hongos en particular, utilizamos pequeños modelos de invertebrados huéspedes, como nemátodos microscópicos o insectos, y se observan respuestas inmunitarias del huésped que también se dan con la infección humana", agrega el infectólogo.
Hasta ahora, los humanos no hemos sido tan susceptibles a la infección por hongos por 2 razones.
En primera instancia, los sistemas inmunitarios sanos suelen poder eliminar los hongos antes de que causen enfermedades.
Por ejemplo, las esporas de hongos son abundantes, pero la mayoría de las personas que respiran esporas de hongos no se enferman. Sin embargo, en las personas con sistemas inmunitarios debilitados, algunas infecciones fúngicas pueden llegar a ser graves.
"Es notable cómo nuestra inmunidad innata es capaz de combatir las infecciones fúngicas, pero si estás inmunodeprimido e inhalas esporas de Aspergillus, pueden causar una enfermedad devastadora", apunta el Dr. Mylonakis y enfatiza que, “Hoy en día, más personas que nunca están inmunodeprimidas.
Las epidemias virales y las pandemias también pueden causar afecciones de salud que aumentan el riesgo de contraer una infección fúngica (por hongos). En 2021, al menos 45 mil personas en la India con COVID-19 contrajeron una infección fúngica secundaria, la mucormicosis, conocida como hongo negro, lo que provocó más de 4 mil 500 muertes reportadas.
Otros factores como el cambio climático y el movimiento global de personas y productos, aumentan la posibilidad de contraer infecciones en humanos. Como resultado, estamos viendo un número cada vez mayor de infecciones por hongos sintomáticas en personas con sistemas inmunitarios sanos.
Por ejemplo, un reciente brote de blastomicosis en la fábrica de papel Billerud en Escanaba, Michigan, ha causado, hasta el 19 de mayo de 2023, una infección sintomática en 118 trabajadores con 14 hospitalizaciones y una muerte. La transmisión de la blastomicosis no es de persona a persona, hay que respirar las esporas, por lo que un brote de esta escala es muy inusual.
Incluso aquellos que no necesitaron hospitalización eran sintomáticos y necesitaban una intervención terapéutica a largo plazo para eliminar la infección.
Este es un cambio de paradigma, y no es el único. En un informe de caso publicado en línea el 13 de marzo de 2023, se reportó el primer caso en el mundo en el que un humano se infectó con Chondrostereum purpureum, el hongo que hasta ahora solo causaba enfermedades en las plantas. Un micólogo indio de plantas de 61 años tenía síntomas similares a los de la gripe y dificultad para tragar, sin antecedentes de estar inmunocomprometido.
Los médicos no pudieron identificar la infección, por lo que las muestras se enviaron a un centro de referencia e investigación de hongos de la OMS, donde se identificó el hongo culpable a través de su ADN.
Según las autoridades, en febrero de 2023, un dermatólogo de la ciudad de Nueva York notificó al departamento de salud de dos pacientes no emparentados diagnosticados con tiña grave que no mejoró con terbinafina oral.
Estas infecciones se producen inmediatamente después del popular videojuego convertido en programa de televisión, "The Last of Us", que se inspira en el notorio hongo de las hormigas zombis, Ophiocordyceps unilateralis, también conocido como cordyceps. Y aunque el cordyceps es actualmente incapaz de infectar a los humanos, estas recientes primicias en hongos demuestran que la amenaza para la salud mundial que representan los hongos es cada vez más urgente.
En un esfuerzo por adelantarse a la creciente amenaza para la salud pública que representan los hongos invasores, el 25 de octubre de 2022, la OMS publicó un informe en el que se destaca la primera lista de patógenos prioritarios para hongos que incluye los 19 hongos que representan la mayor amenaza para la salud pública.
En una entrevista, la Dra. Hanan Balkhy, Subdirectora General de la OMS para la Resistencia a los Antimicrobianos, dijo: “Al salir de las sombras de la pandemia de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, las infecciones fúngicas están creciendo y son cada vez más resistentes a los tratamientos, convirtiéndose en un problema de salud pública en todo el mundo”.
Los patógenos fúngicos son cada vez más comunes incluso en personas con sistemas inmunitarios sanos y más resistentes al tratamiento. Con muy pocos medicamentos antimicóticos disponibles en la actualidad, pocos candidatos en desarrollo clínico y una clara falta de diagnósticos rápidos ampliamente disponibles, asequibles y precisos, la investigación en estas áreas se vuelve aún más crítica
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