La diócesis local del estado norteamericano de Delaware está que se infarta de la molestia, debido a de que la Asamblea General de Delaware estudia un proyecto de ley que obligaría a sacerdotes católicos a romper el secreto de confesión para denunciar abusos a menores y negligencias.
El acta, que podría ser presentada ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes dentro de unas semanas, da cuenta del proyecto de ley 74 de la Cámara de Representantes, que obliga a los sacerdotes a "denunciar el abuso de menores y las negligencias, o a prestar o aceptar testimonio en un procedimiento judicial relacionado con el abuso de menores y las negligencias".
La Diócesis de Wilmington de inmediato condenó la propuesta de ley, y apunta que los sacerdotes están obligados por el sacramento de la reconciliación a no romper el sello de la confesión.
El derecho canónico católico dice que cualquier sacerdote que viole el secreto de confesión quedará automáticamente excomulgado.
En un comunicado, la diócesis expone que "el sacramento de la confesión y su sello de confesión es un aspecto fundamental de la teología y la práctica sacramental de la Iglesia. No es negociable".
Sostiene además que "ningún sacerdote u obispo católico rompería jamás el secreto de confesión bajo ninguna circunstancia. Hacerlo supondría una excomunión automática que solo podría perdonar el propio papa".
A su juicio, el proyecto de ley 74 no contribuiría a tales esfuerzos de ninguna manera significativa", aludiendo a qué apoya "las iniciativas para hacer de Delaware un lugar más seguro para los menores y adultos vulnerables".
Para la diócesis, además de violar un principio básico de la fe católica, la obligación legal establecida por dicha ley sería poco práctica, dado que la mayoría de las confesiones son anónimas.
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