A escasas 3 semanas para que asuma formalmente el trono, el rey Carlos III se encuentra entre los personajes más adinerados del mundo.
Un análisis de sus propiedades fue publicado por el diario británico The Guardian, y se destaca que la fortuna personal del rey de Inglaterra asciende a unos 1.815 millones de libras, resultado de la herencia de su madre, Isabel II.
Tanto como que fruto de su trabajo, no...pero la fortuna es suya.
El periódico aclara que el valor real de las propiedades privadas del monarca es "imposible de conocer" y está "oculto al escrutinio público", pero aun así, reunió un grupo de expertos en el mercado inmobiliario, de automóviles y de arte, entre otros campos, para cuantificar la riqueza del rey.
Por ejemplo, Carlos heredó de su madre el castillo de Balmoral en Escocia, con unas 21 mil hectáreas de terreno, valorado en 80 millones de libras, y los terrenos de Sandringham, al este de Inglaterra, con 6 mil 400 hectáreas de terrenos cultivables, valorados en 250 millones de libras.
Más aún, el acuerdo de 1993 entre Isabel II y el entonces primer ministro británico, John Major, estableció que los activos que pasan de un monarca a su heredero están exentos del impuesto de sucesiones, que en el Reino Unido asciende al 40% para propiedades por encima de 325 mil libras.
Así, el ahorro real por impuestos es exorbitante, a diferencia de cualquier súbdito.
The Guardian estima que Carlos III posee vehículos privados por valor de 6,3 millones de libras, una colección filatélica valorada en 100 millones de libras y piezas de arte, incluidas obras de Dalí y Chagall, valoradas en 24 millones de libras.
Un portavoz del rey negó a The Guardian que las estimaciones sean correctas, y apuntó que "si bien no hacemos comentarios sobre las finanzas personales, son cifras con una creativa mezcla de especulación, asunciones e incorrecciones".
El Palacio de Buckingham rehusó ofrecer sus estimaciones, al considerar que las cuentas del soberano deben "continuar siendo privadas, como las de cualquier otro individuo".
Buena parte de las propiedades que utiliza la familia real británica se engloban en el Crown Estate, conglomerado de tierras y activos valorados en 15 mil 600 millones de libras que pertenecen formalmente al rey, aunque con un control limitado.
El Gobierno entrega cada año a la Corona el 25% de los beneficios que genera ese conglomerado, cantidad que en el ejercicio 2020-2021 fue de 86 millones de libras.
Además, el rey recibe anualmente los beneficios del ducado de Lancaster, unas 18 mil hectáreas rurales en Inglaterra y propiedades comerciales e históricas), unos 20 millones de libras, y su primogénito, Guillermo los del ducado de Cornualles, una cantidad similar que pasa a formar parte de su fortuna personal. (Efe)
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